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GRANADA 1 - NUMANCIA 0

El Granada salva los muebles sobre la bocina y vuelve a ganar

Mal partido en el estreno de la era post-Oltra, pero victoria importantísima para el equipo rojiblanco gracias a un gol en el 90’ de Espinosa.

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El Granada salva los muebles sobre la bocina y vuelve a ganar

El Granada salvó un partido horrible en el estreno de Pedro Morilla. Un gol de temple y gran calidad de Espinosa en el minuto 90’, tras una contra muy bien llevada por Antonio Puertas, dejó los tres puntos en Los Cármenes tras un partido muy malo de los rojiblancos, que acusaron la convulsa semana tras la marcha de Oltra y también las bajas de sus hombres ofensivos más importantes. La grada tenía preparada una pitada para el equipo, desilusionada por el mal partido, pero sin embargo se llevó un alegrón con el gol de Espinosa, que vale su peso en oro.
Durante todo el choque el Granada dio la sensación de estar tocado, de haber perdido la confianza. Cierto es que ante los sorianos había bajas importantísimas, pues faltaba al completo la ‘conexión latina’ (Machís, Peña y Ramos) que tanto le da al equipo rojiblanco, pero las sensaciones en el primer acto fueron tan malas que todas las alarmas se encendieron en una afición que despidió a los suyos con pitos al descanso.

Pedro Morilla no dio con la tecla en su debut en Segunda. El equipo acusó su estado de ansiedad y se mostró espeso, con ausencia total de ideas, ritmo muy bajo y demasiadas imprecisiones. En los primeros 45’ apenas chutó un par de veces a meta sin peligro, y únicamente porfió por banda con algunos centros, especialmente del lado de Agra, fáciles para la zaga ante el ‘bajito’ Joselu, El onubense no la empalmó bien en el 33’, en la única ocasión reseñable del primer acto, tras un buen centro de Quini. Puertas, batallador y valiente jugando por dentro (fue de lo mejor del equipo), no pudo nivelar el mal partido de Hjulsager, que estuvo negado en la izquierda. Tampoco Joselu hizo olvidar a Adrián Ramos, aunque es de justicia decir que le llegó poco y rozó el gol en dos ocasiones.

El Numancia se plantó bien y fue sintiéndose cómodo conforme pasaron los minutos, aunque tampoco inquietó a Varas. Tan solo lo hizo con una falta peligrosa que Íñigo Pérez botó cerca de la escuadra (32’). Los últimos minutos antes del descanso fueron desesperantes para la parroquia local, que se fue muy enfadada.

Tras la reanudación el Granada pareció espabilar, con dos acciones consecutivas de Puertas. En la primera el arquero soriano le sacó una que ya entraba, tras bajarla muy bien con el pecho el 10 del Granada. El inicio prometedor de los granadinos tras el descanso, en cambio, se diluyó con el paso de los minutos. Sus acciones ofensivas carecieron de continuidad, incurriendo en numerosos fallos en las entregas y siendo castigados hasta con diez fueras de juego.

Morilla buscó soluciones primero sentando a Hjulsager y más tarde a Agra, compareciendo Pedro y Espinosa, que dieron un mejor aire al equipo. El Numancia no renunciaba ni mucho menos a pescar en río revuelto, y lo pudo hacer en el 65’, en un balón que sacó Chico bajo palos. El paso de los minutos se convertía en desesperante para la grada mientras el equipo local no parecía reaccionar

Joselu reactivó a los suyos en el 69’, con un gran remate a bote pronto, tras centro de Montoro, que desbarató Aitor Fernández. En el 77’, de nuevo el onubense estuvo cerca, pero esta vez lo impidió Saúl. Diamanka, solo dos más tarde, recordaba que los sorianos también podían ganar.
Casi todos daban ya por hecho en la grada que el cero a cero sería inalterable. Con la tablilla de tres de añadido ya mostrada, llegó la acción del gol, una buena contra por la izquierda conducida por Puertas, que se metió hacia el área, porfió ante dos rivales y habilitó en la frontal a Espinosa, quien resolvió con gran clase, ajustando el cuero al palo izquierdo del portero, que ni se movió. La trascendencia de este gol, el tiempo lo dirá, puede ser enorme para el Granada.