Un gran test de Mundial
Lopetegui probará el bloque-tipo de Rusia 2018 a falta de Sergio Busquets. Sergio Ramos jugará su partido número 150 con La Roja.
En sólo cinco días España va a dar su medida real. Hoy en Düsseldorf frente a Alemania, vigente campeona del mundo (sigue el partido en directo en As.com), y el martes contra Argentina, en el Wanda Metropolitano. Dos partidos que de amistosos tienen lo justo. Es momento de marcar terreno. A falta de Busquets, al que hoy suplirá Saúl tras hacerlo muy bien en ese mismo rol ante Albania, la idea de Lopetegui es probar en estos compromisos el bloque-tipo del Mundial, el once con el que el 15 de junio debutará frente a Portugal, en Sochi. Para dar más realce al choque, Sergio Ramos jugará su partido 150 con La Roja.
España sólo ha ganado una vez a Alemania en suelo alemán. Y fue hace 83 años, en el primer partido que disputaron ambos países. Se logró gracias a un doblete de Lángara, en mayo de 1935, en el estadio Lindenthal. Esta noche en el Esprit Arena, Diego Costa querrá hacer de Lángara. El hispano-brasileño es el punta de referencia para Julen, que le tiene una fe ciega. Morata, desde Londres, no ha sido convocado. Sus problemas de espalda y sus números (un sólo gol en todo 2018) le han relegado. El hueco lo aprovecha otro hispano-brasileño, Rodrigo, jugador del Valencia con denominación de origen Real Madrid.
Los madridistas son la base de esta Selección. Tras muchos años de dominio del Barça en La Roja, los ocho que estuvo Del Bosque en el banquillo, Lopetegui se ha mudado al Madrid. Ahora hay seis blancos en la lista (Carvajal, Ramos, Nacho, Isco, Asensio y Lucas Vázquez) por tres del Barça (Jordi Alba, Piqué e Iniesta). Además, los tres últimos en llegar tienen pasado madridista: Rodrigo, Marcos Alonso y Parejo. España ha pasado del blaugrana al blanco.
El motivo, según reconoce ‘sotto voce’ el cuerpo técnico de la Selección es el gen competitivo del Madrid, cuyos jugadores son los que más han alcanzado repetidamente las finales continentales de clubes en el último trienio. Y lo que busca Lopetegui es un grupo que compita, porque ya sabe que la calidad es innata a todos los jugadores que están en la Selección. No busca el talento, porque viene de fábrica. Busca el carácter.
Alemania, que también tiene trazos blancos como los de Özil y Kroos, es el mejor rival posible para medir ese cuajo que se le supone a una España trufada de madridistas. El sólido bloque de Löw se distingue precisamente por su espíritu de equipo, una selección con tanto talento como pegada.
El partido se va a jugar en Düsseldorf, que tiene un gran estadio pero a su equipo en Segunda. Todos los campos alemanes de la Bundesliga (Primera División) están dotados del sistema de videoarbitraje (VAR), pero en Düsseldorf no lo hay. Sí funcionará el Ojo de Halcón, porque está instalado en el Esprit Arena.
Una pena, porque lo único que le faltaría a este Alemania-España para ser un partido del Mundial (es posible un cruce entre ambas en las semifinales de Rusia) sería el VAR para dilucidar las jugadas polémicas. ¿Y por qué ha elegido Alemania Düsseldorf y no Múnich o Berlín? Quizás sea porque la última vez que les llevamos a jugar a España, Villar con su otrora todopoderosa voluntad se llevó el partido a Vigo, a uno de los estadios más antiguos de nuestro país: Balaídos.
