El CD Lugo ya tiene nueve. Los dos goles que Mario Barco anotó frente a la Cultural sirvieron, además de para sumar tres puntos que auparon al equipo al coliderato, para confirmar al punta como máximo artillero del conjunto rojiblanco, empatado a cuatro tantos con el extremo Iriome pero habiendo jugado muchos menos minutos que su compañero canario. Son buenos tiempos para Barco, cuya trayectoria desde su llegada al Lugo no ha sido fácil y quien se ha ganado a pulso cada minuto que disputa con la camiseta lucense.

Y es que tras pasar por el Somozas de Segunda B y el Pontevedra, también de la categoría de bronce y donde sumó sumó trece goles en 25 partidos, por fin fue tenido en cuenta por los técnicos rojiblancos y, de la mano de Francisco, por fin tuvo ficha de pleno derecho en el Lugo. Pero no iba a ser fácil y una inoportuna lesión en el inicio de la pretemporada le hizo perderse todo el periodo preparatorio y comenzar la actual temporada recuperándose y sin ritmo de competición. No fue hasta la novena jornada, en el Anxo Carro frente al Granada, cuando por fin pudo debutar en Segunda con la elástica rojiblanca, estrenándose además como goleador. Desde entonces su presencia en el once de Francisco ha ido creciendo hasta hacerse indiscutible en la posición de delantero.

Además, llama la atención su ratio de goles por minutos jugados. Acumulando solo 364 minutos de juego, ya suma cuatro goles lo que arroja una media de un gol cada 91 minutos, un promedio elevado en la categoría de plata del fútbol español. Ahora, el club ya trabaja en su renovación, pues su contrato finaliza el próximo 30 de Junio, pero desde la dirección deportiva ya se ha manifestado la voluntad de renovarlo.

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