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BRASIL

El hijo de Jairzinho devuelve la grandeza a Botafogo

Jair Ventura, técnico del Fogao e hijo del mítico exjugador, ha metido a los brasileños en la Libertadores tres años después. Debutan en su grupo ante Estudiantes.

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El hijo de Jairzinho devuelve la grandeza a Botafogo

El hijo de Jairzinho, Jair Ventura, es el gran artífice del regreso de Botafogo a la Copa Libertadores. El joven entrenador del Fogao, de 37 años, cogió al equipo hace unos meses en una situación delicada y en muy poco tiempo le ha devuelto a la élite del fútbol brasileño y sudamericano. Hacía tres años que Botafogo no disputaba el mejor torneo de clubes de América. Pero, después de un gran Brasileirao y de apear a Colo Colo y Olimpia en la fase previa, por fin está de vuelta. Su estreno fue de tronío. Nada más y menos que ante Estudiantes de la Plata, al que venció 2-1 en el estadio Nilton Santos.

Lejos del nivel estratosférico de su padre -campeón del mundo en el 70 con Brasil y de la Libertadores con Cruzeiro-, Jair Ventura tuvo una discreta carrera como jugador que apenas le hizo pasar por ligas muy menores. Sin embargo, como técnico sí parece tener más futuro. Botafogo, club en el que su padre Jairzinho estuvo 15 años y en el que se considera una leyenda, le abrió las puertas para dirigir como asistente y en su fútbol base. Durante siete años ha estado esperando la oportunidad de dirigir al primer equipo. Y por fin llegó.

La irregular última temporada de Ricardo Gomes, el anterior inquilino del banquillo, propició su llegada cuando la Libertadores parecía un objetivo casi inalcanzable. Botafogo había perdido ante Ponte Preta y necesitaba una reacción inmediata. Pero el hijo de Jairzinho, uno de los entrenadores más jóvenes de Brasil, obró el milagro en su primera experiencia en la élite. Con una segunda parte de la temporada magnífica, consiguió meter al Fogao en las rondas previas de la Libertadores y ahí ha consumado la recuperación definitiva.
Botafogo está de vuelta y el estreno victorioso ante un histórico como Estudiante a ojos de los 40.000 hinchas que abarrotaron su estadio así lo atestigua. Jairzinho tiene motivos para sonreís. Por el equipo de su vida y también por su hijo.