La Masia se vacía en el Barça
La marcha de Bartra, como la de Thiago, otro síntoma. En cinco temporadas, un 12% menos de canteranos en la primera plantilla azulgrana.
El adiós silencioso y triste de Bartra (alguno de sus más cercanos dicen que su portazo es para siempre) vuelve a abrir una pregunta recurrente cada cierto tiempo en Can Barça: si languidece La Masia o, al menos, su creencia fundamentalista en el modelo. La salida de Bartra, trece años en el club (2003-2016), calca prácticamente el adiós de Thiago. Los dos, campeones de Europa Sub-21, jugadores contrastados e internacionales absolutos, establecieron en sus contratos apéndices que permitían bajar su cláusula de rescisión si no jugaban un porcentaje determinado de minutos. Así, dos futbolistas que estaban destinados a recoger el testigo de Puyol y Xavi, han salido sin gloria de un club que presume de vertebrarse en su cantera.
Además de Bartra y Thiago, el Barcelona también permitió la salida la pasada temporada de Pedro por 30 millones al Chelsea (aunque en este caso fue el canario quien pidió abandonar el club), de Tello al Oporto y de Gerard Deulofeu, que fue vendido al Everton después de sumar apenas seis partidos en el primer equipo (cero goles). Un producto ‘pata negra’ de La Masia, a la que llegó con nueve años y que, después de ser elegido mejor jugador de la Liga Adelante, abandonó la entidad azulgrana con 21 años después de que el club prefiriese primero una cesión al Sevilla y finalmente un traspaso a los tofees.
Que La Masia se vacía también se explica con números. En la última temporada de Guardiola, la 2011-12, el Barça tuvo 13 canteranos de 25 jugadores en la plantilla, un 52 por ciento. De momento, Luis Enrique empezará la campaña 16-17 con sólo 10, un 40%. El descenso, del 12%, no es sólo cuantitativo. También cualitativo. Ese curso 2011-12, hasta nueve futbolistas de cantera eran considerados titulares: Valdés, Piqué, Puyol, Busquets, Xavi, Iniesta, Cesc, Messi y Pedro. En el actual Barça lo son cinco: Piqué, Alba, Busquets, Iniesta y Messi. El Barça mantiene, no puede negarse, un lazo fortísimo con sus jugadores de cantera (este año podrían ser suplentes con minutos Sergi Roberto, Rafinha, Aleix o Denis si se confirma su fichaje) pero el caso paradigmático de Bartra proclama que apuestas como las de Pedro y Busquets de Guardiola están en desuso y que el romanticismo se acabó en Can Barça.
Los casos de la marcha atrás
El Barça ya se ha encontrado en los últimos años en la compleja situación de explicar cómo jugadores formados en La Masia y que se marcharon casi gratis volvían por cantidades importantes. Cesc Fàbregas, el paradigma de la operación retorno, le costó 40 millones de euros de regreso del Arsenal y no terminó de triunfar. Jordi Alba, que tuvo que abandonar de crío la cantera azulgrana, sí fue un éxito de Zubi, que lo fichó por apenas 14 millones. El fichaje de Denis Suárez por 3,5 millones después de pasar por City, Sevilla y Villarreal está al caer. El último nombre en sonar en la operación retorno, para sustituir a Daniel Alves, es Héctor Bellerín….
