La Real Sociedad está en estado de alerta con la situación de su gran promesa surgida de Zubieta este verano, Mikel Oyarzabal. Su irrupción meteórica en el primer equipo realista, convirtiéndose en apenas seis meses en una pieza clave en Primera división, ha llamado la atención de los grandes equipos de Europa, como Real Madrid, Barça, Liverpool, Arsenal... que le tienen en su agenda para el futuro. También está muy atento a su situación el Athletic de Bilbao, que hace años ya intentó sin éxito llevárselo a Lezama. Encima, el debut de Oyarzabal con la selección absoluta ha terminado de sorprender a toda la Europa futbolística y ha permitido ver a los que no le conocían que tiene todo el futuro por delante.
Todo esto está siendo observado con recelo por parte de la Real Sociedad, que aunque en febrero ya blindó su situación con un contrato profesional hasta 2021 con sueldo actualizado a su presencia en el primer equipo realista y con una cláusula de 40 millones de euros, es consciente de que el aumento de los ingresos por los derechos televisivos va a provocar desembolsos importantes en fichajes este verano. Y fichar a un jugador internacional de 19 años que ya ha acreditado capacidad para ser decisivo en Primera como Oyarzabal por 40 millones no es algo que, a día de hoy, pueda parece descabellado. Por esa razón, a pesar de que están relativamente tranquilos porque tiene una cláusula bastante elevada, el club donostiarra podría revisar en las próximas semanas el contrato del atacante eibarrés, porque no son ajenos al tremendo interés que suscita entre los clubes grandes de Europa.
La Real podría sentarse a hablar con Oyarzabal y sus representantes para actualizar su contrato y lo que percibe para adecuarlo a la importancia que ha adquirido en el equipo profesional y a su condición de internacional absoluto. En la Real consideran a Oyarzabal uno de los jugadores sobre los que se debe asentar el futuro deportivo de la entidad y por eso quieren mejorar sus condiciones contractuales, y si puede ser, incluso, aumentar su cláusula de rescisión, para evitar la tentación de equipos grandes como el Barça y el Madrid, que le siguen muy de cerca y para los que pagar 40 millones por un jugador como Oyarzabal tampoco sería algo descabellado. El club le va a dejar al eibarrés que disfrute de su merecidas vacaciones, y a la vuelta tiene pensado reunirse con él y hablar de su contrato y de su futuro, a pesar de haberle renovado recientemente, en febrero, con un contrato largo, hasta 2021.
