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DORTMUND 0 - BAYERN MÚNICH 1

Un cabezazo de Lewandowski decide el clásico de Alemania

El Dortmund, ya en la zona media de la Bundesliga, tuvo ocasiones para hacer el empate. El delantero polaco hizo el gol del partido a sus excompañeros.

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Un cabezazo de Lewandowski decide el clásico de Alemania

El Bayern ganó el gran Clásico del fútbol alemán en un partido que tuvo más alicientes externos que el propio juego en sí. Hubo noticias como el gol de Lewandowski ante sus ex y el regreso de Thiago más de un año después que relativizaron la falta de fútbol que tuvo el choque, sobre todo personalizada en el desfigurado conjunto de Klopp.

El Bayern controló el partido y se sometió a los zarpazos de su rival, cada vez menos agresivos con el paso de los meses, pues ha perdido el conjunto de Klopp esa vehemencia con la que iba a degüello a robar la pelota y salir disparado luego para aprovechar los espacios. Poco le importó a Guardiola no tener a Ribéry ni Robben. El técnico bávaro soluciona la falta de profundidad sin ellos con los vaivenes en su sistema, que le permite alinear a tres centrales y dar amplitud a dos carrileros largos, en esta ocasión Rafinha y Bernat. Todo ello orquestado por un Xabi Alonso al que la movilidad de Kampl y Reus no puso en tantos apuros como se podía pensar.

Vivía cómodo el Bayern y más que lo hizo cuando se puso por delante en el marcador. Müller atacó un balón al espacio, su tiro cruzado rebotó en Weidenfeller y el rechace lo remachó de cabeza Lewandowski. Así es el fútbol. El delantero polaco volvía al estadio en el que se convirtió en uno de los mejores arietes del mundo envuelto en la densidad de las críticas. No está haciendo buen año con la camiseta del Bayern pero se quitó una losa de encima marcando un tanto tan importante como este, ante su antigua afición y en su antigua casa.

La parte más más radical de la afición del Dortmund no se lo tomó bien. De hecho, al saltar los equipos al campo tras el descanso cayeron plátanos al área que entonces ocupó Neuer, en un detalle muy feo que empaña a una hinchada tan especial y fantástica como la borusser. A su equipo, el Borussia, le costó un mundo generar juego. Incluso Guardiola empezó a pensar en dosificar fichas y recuperar otras importantes.

Fue momento para el regreso tras más de un año sin jugar de Thiago Alcantara, lastrado por las lesiones pero decisivo si se recupera bien en este último tramo de la temporada con Bundesliga, DFB Pokal y Champions en el horizonte. El hispanobrasileño se colocó en la posición de interior, siempre flanqueado por detrás por Xabi Alonso.

Al Dortmund no le quedó otro remedio que apretar e irse a por el empate, aunque se por una cuestión de orgullo. Lo tuvo en un par de ocasiones, fundamentalmente un tiro de falta de Reus que detuvo espléndidamente Neuer, aunque la realidad que dejó el partido es que este Bayern es mucho Bayern para el Dortmund y este Dortmund poco Dortmund para el Bayern. Uno huele a campeón de nuevo; el otro a campeón caído.