Martí Perarnau: "Pep dice que él es un ladrón de ideas"

"Eternamente insatisfecho”. Así define el periodista y exatleta, Martí Perarnau­, a Pep Guardiola. Un año de convivencia con el entrenador del Bayern, testigo de excepción de entrenamientos, charlas, disgustos y celebraciones, han dado como resultado 'Herr Pep', un libro indispensable para conocer y entender a Guardiola. “Me sorprendió su presentación aquel 24 de junio en Múnich­, fue desorbitada y a él se lo pareció también. Le recibieron como un súper héroe y Pep lo encontró excesivo. Luego, esa veneración del principio, se ha humanizado, se ha normalizado y hoy le sienten como propio, pero ya no es superman”, explica de su primer contacto con Pep en el Bayern.

Perarnau tuvo la idea de escribir un libro sobre Pep, al que no conocía, y su amigo Manel Estiarte lo gestionó. “Lo único que me pidió es que no contara nada del día a día, de fichajes, de alineaciones ni nada que perjudicara al club. Nunca se ha entrometido en nada. No ha leído ni una línea. Pep es como se le ve en la tele, en lo bueno y en lo malo. No tiene construido ese personaje con el que todos se protegen, no tiene ese escudo y esa es parte de su problemática, que es el desgaste. Es un enfermo del fútbol, todo lo observa desde el prisma del fútbol. Está eternamente insatisfecho. Nunca está contento, siempre hay un sí pero… ".

El periodista maneja información privilegiada: “Él no tiene un referente, te habla de entrenadores que son contradictorios, como de Capello o de Menotti. Siempre dice: ‘Yo soy un ladrón de ideas, estoy todo el día mirando y observando para ver qué puedo utilizar’. Sus referentes son todos los que pueden tener una influencia en el juego, aunque él es hijo de Cruyff. No se cree un buen entrenador y lo compensa con curro. Considera que es más importante el trabajo que el talento. Cuida los pequeños detalles, es muy muy trabajador. Como jugador se resume así: ‘De un empujoncito podían quitarme de en medio, lo que hacía era pasar el baló rápido’”.

En el libro hay muchas líneas sobre la derrota ante el Madrid en Champions. "Para el partido de vuelta, él mismo lo dijo, se equivocó. En lugar de optar por el cerebro y el control y buscar el 1-0 en el minuto 70, se dejó influir por el ímpetu bávaro. Los jugadores sentían que podían ganar al Madrid y eso también contagia. Se deja llevar por ese ímpetu que huele en el vestuario. Sale con un 4-2-4 y… el gran tortazo. Tras ganar la liga, la noche que se lesiona Thiago empezó a caerse todo. Se notaba la preocupación en el resto de jugadores, de Javi Martínez, de todos, estaban conmocionados.Thiago era el hombre que daba el último pase. El equipo se cae a partir de ese momento”.

Perarnau dice que tenía curiosidad por saber cómo sería el día después de la eliminatoria ante el Madrid. "La derrota con el Madrid fue la derrota en mayúsculas, ya la tiene, lo asume y se niega a buscar otro responsable que no sea él. Él se come todo. Al día siguiente, tenía curiosidad por saber qué iba a pasar. Lahm se reunió con él en el centro del campo, en el entrenamiento, estuvieron hablando 60 minutos. Y Lahm le dijo: ‘No tengas la menor duda de que estamos a muerte contigo’".

El autor habla de los métodos de trabajo de Guardiola y la reacción de los jugadores del Bayern. “Su primer entrenamiento fue muy chocante. Balón, rondos, muy poco trabajo físico y luego los juegos de posición. Esos juegos lo son todo. En 20x12 metros, siete contra siete, cuatro comodines, un solo toque, y cuando se pierde el balón, esos siete van fuera. Eso fue un shock para ellos, desapareció el atletismo y a ellos les cuesta comprender que es suficiente con hacer todo con el balón, así que a veces le piden a Buenaventura —el preparador físico— que les haga unas series, pero más que nada es para el placebo, para ellos sentirse bien”.