Cuartos | Brasil - Colombia

Fortaleza ha sido tomada por 10.000 aficionados colombianos

El presidente Santos también apoyará al equipo en el palco. El precio de las localidades en la reventa ha alcanzado los 880 euros. Los hoteles están llenos.

Reuters

Que los colombianos están en todas partes parece una frase hecha, pero lo que se ha visto en las sedes de los partidos de la selección en Brasil merece un reconocimiento a la tenacidad. En Fortaleza la escena se repite, a las afueras del hotel en el que concentra el equipo de José Pékerman suenan vallenatos y cantos de apoyo. La mancha amarilla va creciendo a medida que se acerca la hora del partido.

A pesar de que muy pocos tienen entradas, ya que la FIFA solo destinó 2.000 para la hinchada colombiana, la selección no está sola (se espera que aproximadamente 10.000 estén en el estadio). Mauricio López es la prueba de ello, viajó en bus casi 40 horas desde Río de Janeiro para estar cerca a los jugadores, sabe que no puede pagar los 1.200 dólares (880 euros) que le piden por una entrada grupo 1 (que normalmente vale 320 dólares, 235 euros), pero asegura que lo que se vivirá este viernes en Fortaleza será irrepetible.

Conseguir alojamiento también fue un reto mundialista en Fortaleza. A pesar de que esta ciudad de 2.400.000 habitantes vive del turismo, desde el partido frente a México y Holanda los hoteles, posadas y apartamentos están copados. No sólo los fanáticos han sufrido para conseguir un lugar en donde pasar la noche, los periodistas también han tenido que dejar de lado las comodidades para poder cubrir el partido.

Mientras tanto, en Colombia las ilusiones cotizan al alza. El presidente Santos, quien acompañará a al equipo en Fortaleza, decretó tarde cívica en todo el país. Además, la Alcaldía de Bogotá instaló pantallas gigantes en 16 parques y plazoletas de la capital colombiana.

Ambientazo. El Parque de la 93, la Plazoleta de Usaquén, el parque Simón Bolívar y el parque la Gaitana son algunos de los sitios donde los hinchas podrán ver no solo el partido de Colombia, sino también el de Alemania y Francia del que saldrá el rival en semifinales.

Mientras que los fanáticos colombianos han demostrado que la hinchada también juega, la prensa brasileña critica a los suyos, quienes a pesar de ser mayoría, no han encontrado la forma de unirse en un solo canto para alentar a sus jugadores.

El “Soy brasilero con mucho orgullo, con mucho amor”, no parece suficiente para intimidar a los adversarios. Así que se espera que aunque pocos, los colombianos se vuelvan a hacer sentir en el estadio Castelao.

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