Gio, el hijo mayor de Simeone, entrena con Lionel Messi

Giovanni Simeone, el hijo mayor del técnico de Atlético Madrid campeón de la liga española, se crió rodeado por la elite del fútbol mundial pero jamás pensó que ya a los 18 años cumpliría su sueño de entrenar junto a Lionel Messi.

"Recién ahora estoy cayendo en que estoy acá", admitió a la agencia dpa Simeone en el complejo Cidade do Galo, la concentración de la selección argentina en las afueras de Belo Horizonte.

"Mi papá está muy contento con esta oportunidad que me surgió. Me recomendó que mire, aprenda y disfrute todo", reveló el joven delantero de River Plate que integra el grupo de sparrings argentinos. Su padre es el técnico del arquero belga Thibaut Courtois, al que Messi no le puede convertir desde hace seis partidos.

La tarea de los 16 jugadores juveniles que viajaron a Belo Horizonte es entrenar con la selección mayor cada vez que el técnico Alejandro Sabella los necesita. A veces arman un equipo de once para enfrentar a Messi y sus compañeros, otras veces sólo algunos pocos elegidos reciben el llamado para sumarse a la práctica.

"Trato de copiar todo lo que hace, lo rápido que se mueve, el control de la pelota, todo lo hace diferente", describió asombrado el heredero del ex mediocampista del Atlético de Madrid, la Lazio y el Inter de Italia.

A su compañero Enrique Sánchez, la convocatoria de Sabella para jugar con los mayores lo sorprendió. "Teníamos que subir la escalera (hasta el campo de juego de entrenamiento) y mientras trepaba cada escalón me empezaron a pasar mil cosas por la cabeza", relató a dpa.

"En un momento había que hacer ejercicios de a dos y el único que quedó solo era Leo y me tocó entrenar con él. No lo podía creer. Me tuve que olvidar de quién era y concentrarme en hacerlo bien para que trabajara", señaló Sánchez, que juega en las divisiones inferiores de Vélez Sarsfield.

Aquella jornada le deparó más momentos imborrables porque fue el encargado de marcar a la estrella de la selección argentina y del Barcelona durante la práctica de fútbol.

"En un momento, le metí sin querer una mano en el cuello a Messi y lo tiré. Me quería morir, pero se levantó y me dijo: 'No pasa nada'. Tiene muchísima humildad y compañerismo", subrayó el jugador de 19 años.

Esos gestos valieron muchísimo para Sánchez. Empezó a jugar al fútbol a los cuatro años en un club de barrio en la provincia de Córdoba. A los once, tuvo la posibilidad de hacer una prueba en Boca Juniors y quedó.

"Me vine solo, a los once años, a vivir a Buenos Aires. Me quedaba en (el hospedaje para juveniles "xeineze" de) Boca Juniors, fue muy difícil, era muy chico", recordó emocionado. Dos años después pasó a Vélez, donde continúa jugando. No terminó la escuela secundaria pero dedicó su poco tiempo libre a realizar cursos de chef y de peluquería. "Les corto el pelo a todos", comentó entre risas.

Para Mariano Bareiro, de Racing, "es muy excitante" entrenar con Messi, Fernando Gago y Gonzalo Higuaín. "Me toca marcarlo varias veces a Leo. Es increíble, lo ves en la tele y ahora lo tenés al lado teniendo que sacarle la pelota. Pero siempre te sorprende", aseguró.

"Esta experiencia me va a ayudar mucho en el juego y lo táctico", confió Bareiro.

En la difícil y competitiva carrera del fútbol profesional, los sparrings exprimen al máximo esta oportunidad única, con la esperanza de que sirva para escalar más rápido a la primera división. Gio Simeone ya lo logró y debutó en el plantel profesional de River Plate.

Tienen como ejemplo las historias de Sergio Agüero y Javier Mascherano, otrora sparrings y hoy dos de las principales figuras de la selección argentina y con brillantes carreras en Europa.

Mascherano debutó antes en la selección mayor que en la primera de un club, igual que le sucedió semanas atrás a Emanuel Mammana. Sabella lo sorprendió al hacerlo entrar a jugar en reemplazo de "El Jefecito" en los últimos minutos del amistoso de Argentina ante Eslovenia, horas antes de viajar al Mundial.