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Encuesta AS-Ikerfel | El análisis

¿Por qué no nos quieren?

José Ignacio Wert
Actualizado a
<b>COINCIDENCIA. </b>Madrid-Barça, dos rivales no tan distintos.

Quienes me conocen saben que soy un hooligan madridista. Pero Relaño me pide que analice sociológicamente la encuesta de Ikerfel para AS, así que debería quitarme el casco vikingo como primera precaución (el casco sólo, el corazón merengue no podría aunque quisiera, que no quiero).

Hay que reconocer que no nos quieren como nos querían y que nos odian más de lo que solían hacerlo, aunque esto último está menos claro, puesto que la encuesta del CIS de 2007 sólo medía la preferencia y no el rechazo. También hay que tener en cuenta que la encuesta de Ikerfel está hecha sobre aficionados comprometidos (los que van al estadio) mientras que la del CIS se dirigía a toda la población y puede haber algunas diferencias, aunque no creo que sean muy sensibles.

Nos quieren menos y, presumiblemente, nos odian más por razones que algo tienen que ver con el juego de cada uno, pero que, sobre todo, se relacionan con el relato que los medios han construido sobre las entidades, sobre el Madrid y sobre el Barça. Porque en lo básico, los dos tendrían las mismas papeletas para ser rechazados: sus presupuestos son abrumadoramente superiores a los del resto, ambos ganan a casi todos, y ambos viven en otra dimensión. Los dos se alimentan en medida parecida del star system -aunque el Barça lo disimula mejor- y uno y otro pivotan sobre un astro rey que ilumina sus respectivas galaxias.

Pero el Barça de Guardiola ha conseguido algo que el Madrid ni siquiera ha intentado: construir un relato con predominio de los factores deportivos (la cantera, el jogo bonito, el equipo), mientras que del Madrid los medios subrayan la potencia de la chequera, las individualidades, y el afán de resultados. Importa el relato más que la realidad. En el fondo, los dos clubes van al límite, los dos viven de sus resultados y los dos tiran de chequera cuando hace falta (y a veces, cuando no hace falta, como pasó con Ibra o con Chygrinskiy, sin ir más lejos).

Y claro está, importa el factor humano y las imágenes simplificadas que el estilo de sus respectivos iconos transmite. Y en ese juego de duplas el Barça arrasa. Injustamente, a mi entender. Guardiola es tan buen entrenador como Mourinho, tan exigente como él y tan defensor de lo suyo. Pero habla para el cuello de su camisa y rara vez se descontrola, al revés que Mourinho, que habla fuerte y dice lo que piensa. Y Messi no habla, mientras que Cristiano -un deportista ejemplar, que, como recordaba John Carlin, aguanta lo que le echen, incluso las permanentes ofensas a su madre- es locuaz en varias lenguas. La gente es así. Con amor o sin él, en todo caso, vamos a ganar la Décima (esto último, lo dice el hooligan; el sociólogo se limitaría a señalar que tenemos un 99% de probabilidades de hacerlo).

José Ignacio Wert es Sociólogo. Presidente de Inspire Consultores.