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VILLARREAL 3 - OPORTO 2 | EUROPA LEAGUE

El Oporto acaba con el sueño europeo del Villarreal

Falcao superó a Klinsmann como máximo anotador en UEFA. Podrá poner más tierra de por medio en la final de Dublín. Cani, Capdevila y Rossi marcaron para el Villarreal.

DAVID F. SANCHIDRIÁN
Actualizado a
El Oporto acaba con el sueño europeo del Villarreal

Lo intentó pero el Submarino amarillo se hundió en la última escala antes de llegar a Dublín. No tiró la toalla tras la goleada sufrida en la ida y planteó un partido de ataque desde el comienzo con tres delanteros en el césped y con un ritmo brutal desde el comienzo. Asfixiaba al Oporto y trenzaba rápido para conectar lo antes posible con sus atacantes. Meritorio fue el papel de Cani durante el primer tiempo que lo culminó con el tanto que hizo soñar por unos momentos al Villarreal. Porque el Oporto estuvo a merced de su rival hasta el descanso, pero con la cabeza bien alta, sin variar un ápice su estilo y con todas sus estrellas en cancha. Además se alió con la suerte al filo del descanso al marcar de rebote. El palo fue duro para el Villarreal porque además había otro factor de pánico en el equipo amarillo. Y es el cansancio que arrastra un conjunto que ha aguantado estoicamente en Liga, peleándose a muerte con la tercera plaza, y en competición europea, intentando asomar la cabeza ante la dictadura portuguesa. No fue capaz de sobreponerse al estado depresivo del empate y Falcao se erigió en el jugador de la eliminatoria con otro tanto, ya van dieciséis. El Villarreal tiró de orgullo y consiguió dar la vuelta al marcador para despedirse con buena cara de una eliminatoria que se estropeó en Do Dragao.

Y eso que ha medida que se acercaba el día de la vuelta la gente creía más en el milagro. No se iba a tirar la eliminatoria antes de tiempo y así lo demostró Garrido poniendo a sus tres referentes de ataque para contagiar a la grada. Rossi, Nilmar y Marco Ruben iban a buscar la heroicidad. También se sumó a tal empresa Capdevila, que ya gestó el milagro ante el Milán cuando era jugador del Deportivo (aunque no jugó), pero por desgracia se cayó el director de orquesta, Borja Valero. Mucha chicha para golpear lo antes posible a un Oporto feroz y también con toda la carne en el asador.

La necesidad del Villarreal y la filosofía del Oporto dieron lugar a unos primeros minutos de infarto. El Villarreal, como estaba previsto, salió en tromba porque la necesidad ahogaba al conjunto castellonense. Y plagió la táctica del Oporto en la segunda parte de la ida. Hacer del carril diestro un infierno. Ese fue el flanco elegido por el Villarreal para intentar perforar al ejército luso. Hasta tres veces avisó el equipo castellonense a Helton. Aun así el Oporto, fiel a su estilo, no varió su juego de toque aunque hoy quemaba un poco más el balón.

La posesión era del Villarreal y las ocasiones se sucedían sin parar. Antes del partido Garrido pedía un gol antes del cuarto de hora y su deseo cayó del cielo con un minuto de retraso gracias a un tanto de Cani, que recuperó el balón, conectó con Rossi y después asombró con una llegada desde atrás para aprovechar el pase de Marco Ruben. Uno menos y ya solo quedaban tres. El Villarreal había conseguido lo más difícil y debía mantener la asfixia como método de tortura a un Oporto mermado poco después por la lesión de Rodríguez. En el intervalo de su cambio, mientras los lusos jugaban con diez, el Villarreal subió la marcha para aprovechar la superioridad numérica pero el error de Rossi fastidió el plan.

El Oporto se pone en pie y acaba con las esperanzas

Por el 'Cebolla' entró otro Rodríguez (James) y con el colombiano en cancha, los 'dragones' se encontraron con un regalo inesperado. La suerte no estaba alineada con el Villarreal y al filo del descanso llegó el empate tras un tiro disparo lejano de Hulk, que golpeó en la pierna de Musacchio para despistar a Diego López.

El bofetón portuense pilló de improvisto al Villarreal y le dejó marcados los cinco dedos de la mano, los goles que ahora precisaban los castellonenses para forzar la prórroga.

Por el bien de los dos conjuntos, el descanso hizo acto de presencia. El Villarreal debía reencontrarse y el Oporto todo lo que fuera ganar tiempo le venía como anillo al dedo. Y si encima te encuentras con un tanto cuando el rival se está acomodando en el terreno de juego pues mejor que mejor. El gol llegó tras una jugada 'made in Oporto'. Una apertura a la banda izquierda donde llegó Guarín para centrar a Falcao y hacer todavía más suya la eliminatoria. De ahí al final, los castellonenses sacaron una sonrisa gracias a los goles de Capdevila y Rossi, éste de penalti, y también por el regreso de Marcos Senna a los terrenos de juego.

El Oporto, justo finalista, puede hacer triplete esta temporada. Ganó la liga portuguesa, disputará la final de Copa y podrá poner la guinda en Dublín si vence al Sporting de Braga, que ha vencido 1-0 al Benfica).