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Copa del Rey | Granada 2 - Betis 2

El Betis está iluminado

Remonta un 2-0 en Granada y gana en los penaltis

Actualizado a
<b>ENTREGA MÁXIMA. </b>Beñat tuvo un duro enfrentamiento con los granadinistas Dani Benítez y Abel Gómez.
ENTREGA MÁXIMA. Beñat tuvo un duro enfrentamiento con los granadinistas Dani Benítez y Abel Gómez.paco rodríguez y paco ayala

Además de un equipo en Segunda División 22 años después, a Granada le hacía falta una noche grande de Copa, como en sus mejores años, cuando alcanzó la final (1959). Con alternativas. Con drama. Porque Betis y Granada, para el poco cariño que la FEF, honraron la competición con un partido grande que desembocó en los penaltis después de un desarrollo extraño. Pero para el Granada el asunto acabó en drama. Después de adelantarse por 2-0 y tener al Betis groggy, se hizo un lío con la expulsión de Abel y se entregó a la suerte de Emaná y Rubén Castro, jugadores de nivel superior que levantaron la eliminatoria y luego no fallaron con la espada en los penaltis. En la ruleta, el Betis abrazó la eliminatoria y demostró que está iluminado. Un club entrampado en mil problemas institucionales sobrevive en el césped, con jugadores de la casa pero comprometidos y otros como Emaná que empiezan a saber qué significa el Betis.

El partido engrandeció a Goitia, portero discutido en ocasiones pero con evidente estrella. A dos minutos del final, sacó una mano imposible en un disparo de Mikel Rico. Luego, en los penaltis, saludó a Geijo antes del cuarto penalti y le advirtió. Geijo y Goitia compartieron vestuario y entrenamientos en Málaga durante años. Y el suizo se derritió. Para el Granada fue un desenlace fatal, seguramente inmerecido para el esfuerzo que hizo. Y aunque el señalado sea Geijo, Fabri sabe exactamente que quien condenó el partido fue Abel, expulsado por dos amarillas en jugadas sin aparente peligro. Hasta entonces, el Granada había controlado el partido y se había agarrado a Dani Benítez, jugador irascible pero veloz y con una estupenda pierna izquierda. Primero marcó un penalti tontísimo de Cañas sobre Carlos Calvo y luego se sacó de la chistera un fabuloso tiro directo. Explotó Granada y Los Cármenes se vio en la siguiente ronda, ante un Primera. El camino deseado.

Mel tenía entonces dos opciones. Guardarse a Emaná y Rubén Castro para Elche o quemar las naves. A Mel no se le puede negar una cosa: que no se está guardando nada en el Betis. Veinte minutos después de poner en el campo lo mejor que tenía ya había equilibrado el partido. Para el Betis ya era ir cuesta abajo pero Roversio, incomprensiblemente, se autoexpulsó y descontroló el partido.

El Granada tuvo un cuarto de hora para ganar, pero Mel estuvo rápido, metió a Caffa de pivote y equilibró el partido. No lo sentenció en los 30 minutos de prórroga, pero contaba con Goitia, que alarga este extraño periodo de felicidad en el Betis. Cuatro victorias en cuatro partidos en medio de un entorno insoportable. Seguramente lo de CurroBetis no se lo pusieron por casualidad.

fabri

pepe mel