El brasileño Filipe Luis, lateral del Deportivo, ha asegurado hoy que, a pesar de que "mucha gente" piense lo contrario, no tiene nada que demostrar al Barcelona, que lo pretendió el pasado verano y al que se enfrenta el próximo sábado en el estadio de Riazor.

"Mucha gente piensa que quiero demostrarle algo al Barcelona, pero no les tengo nada que demostrar. Me han visto jugar, supongo que me habrán visto más de un partido, y no tengo que demostrarles que se han equivocado. Para mí, no lo han hecho porque se han llevado a un crack amigo mío, Maxwell. Él está contento allí y yo igual aquí", comentó.

En su comparecencia ante los medios de comunicación, el jugador blanquiazul afirmó que para él es "un partido más"; anunció que si marca celebrará el gol y reconoció que, desde que se frustraron las negociaciones entre el club coruñés y el barcelonés por su traspaso, ha cambiado mucho su vida.

"Cambiaron muchas cosas en mi vida, que ha dado un vuelco, pero supe reaccionar bien, con la ayuda de mucha gente, para arrepentirme de cosas que hice y que no hice y para crecer. Cuando salgo al campo sé que un equipo como el Barcelona me quiso", argumentó el lateral deportivista.

Filipe echó la vista atrás y señaló que se equivocó al involucrarse en las negociaciones entre los clubes y presionar, en cierta medida al Deportivo para que aceptara la propuesta que le hacía el Barcelona.

"Lo importante es saber que uno se equivoca y yo me equivoqué. En un momento no sabía que estaba pasando y escuchaba cosas de gente que me quería ayudar y de gente que no, y me equivoqué al meterme en la negociación. Eso lo veo ahora. Mi futuro no depende de mí y yo me ocupo de trabajar en el campo. Si pasa otra vez, no me volvería a meter", indicó.

El defensa del Deportivo, que en verano concluyó el contrato con los representantes que intentaron llevarlo al Barcelona, manifestó que su enfado con el presidente del equipo coruñés, Augusto César Lendoiro, no tenía sentido.

"En su momento, estuve muy enfadado con el presidente pero hoy, 2 de diciembre, sé que el presidente tenía razón. Después de tanto tiempo pensando y hablando, veo que las cosas no se hicieron bien por parte de mucha gente. El presidente no tuvo ninguna posibilidad de negociar, sólo fueron ataques contra él", apuntó.

Filipe, que está dispuesto a renovar su contrato con el Deportivo aunque tenga que aumentar la cláusula de rescisión de 20 millones de euros, pasa página a todo lo ocurrido: "Esa etapa está olvidada. Sólo me quedo con que el campeón de Europa me quiso".

Está centrado en el encuentro del sábado, en el que el Deportivo intentará mantener la línea en Riazor, donde sólo ha perdido un partido esta temporada.

"El Barça es un equipazo pero en Riazor ningún equipo juega cómodo, sólo lo hizo el Espanyol, porque estuvimos mal. Todos estamos disfrutando mucho de estar arriba en la clasificación y queremos seguir ahí. No les resultará nada fácil", expuso.

Enfrente tendrá al argentino Leo Messi, a quien esta semana le han otorgado el Balón de Oro: "Yo llego físicamente muy bien al partido, él también, y va a ser una guerra muy bonita con Messi".

En este sentido, defendió la banda izquierda del Deportivo, que él comparte con el internacional mexicano Andrés Guardado.

"Hay muchas bandas izquierdas muy buenas pero yo tengo un ''feeling'' diferente con Guardado. Llevamos mucho tiempo jugando juntos, nos ayudamos mucho y nos entendemos bien", declaró.

No obstante, considera que todavía debe progresar para llegar a ser el mejor lateral zurdo del mundo y el siguiente paso, después de haberse estrenado como internacional con Brasil esta temporada, es jugar la Liga de Campeones.

"Para ser el mejor lateral tienes que estar en Champions y con la selección. Tuve la oportunidad de jugar con Brasil pero aún tenemos que estar ahí arriba peleando con los grandes. De momento, soy pequeño", concluyó.