Santamaría, santo varón

Copa del Rey | Málaga 0 - Zaragoza 0

Santamaría, santo varón

Santamaría, santo varón

paco rodrríguez

Evitó la clasificación de un Zaragoza que fue mejor

El Málaga rentabilizó el valor doble del gol conseguido por Apoño en el partido de ida celebrado en La Romareda para sellar su clasificación para los octavos de final de este saleroso torneo del KO. Fue un partido infame, bochornoso e impropio de dos equipos de Primera División. El bodrio de anoche, sobre todo en la primera mitad, se asemejó más a una pachanga de solteros contra casados que a una eliminatoria valedera para seguir adelante en el torneo oficial más antiguo y señero de España.

Especialmente bochornoso fue el primer acto. La falta de tensión de blanquiazules y blanquillos frisaba la estafa. Sin tensión, sin presión, sin prisa y con demasiadas pausas. Los 10.000 valientes que se atrevieron a darse una vuelta por La Rosaleda empezaban a arrepentirse de no haberse quedado en sus casas viendo un culebrón sudamericano o el programa de Jorge Javier. Dos tostones, pero por lo menos con chicha, con polémica y hasta con salsa rosa... lo de anoche, ni eso. ¡Horrible!

La entrada de Goni sobre Forestieri fue lo primero con lo que el personal se despertó de su siesta. Y Mateu Lahoz también. El hombre estaba frío y ya tuvo la excusa ideal para hacer calentamiento de brazo: tarjetazo al buen central zaragocista.

Jesús Gámez intentaba hacer penetraciones por su banda derecha, a costa de un Marko Babic tan pasota como en su etapa con el Betis. En una de ellas (minuto 41) le dio un balón de gol a Forestieri, que estaba a medio metro de la red y más solo que Robinson Crusoe. Incomprensiblemente, en lugar de empujar plácidamente el balón a la red, lo echó por encima del larguero. Como diría Vicini en La Princesa Prometida, ¡inconcebible!

Y al filo del descanso, Santamaría comenzó a ganarse el cielo. Certerísimo blocaje del navarro a un excelente disparo de Goni. Era la última jugada del primer tiempo. Y el Málaga se salvó de irse al vestuario con un adverso 0-1 que, visto lo visto, nunca hubiera remontado.

El segundo acto seguía siendo insoportable para el sufrido espectador (ya más pendiente del Alcorcón) pero se tornó en un soso monólogo del Zaragoza que hacía algo más que un Málaga que se empeñó en pedir la hora. Sólo Weligton (impecable como siempre) despejando todo lo que le llegaba daba un poco de nivel. Y por supuesto Santamaría. Parada a Gabi (minuto 49) otro a Jorge López (75'), lanzamiento de Babic, tiro envenenado de Lafita... y siempre Santamaría. Ewerthon, en tiempo de prolongación, tuvo la clasificación en sus botas, pero se durmió y apareció Weligton. Y un significativo sector del público, muy enfadado, gritando algo que empieza a ser inquietante: "¡Muñiz vete ya!". Mal asunto.