El acierto de cara al gol, con dos llegadas en la segunda parte, dictaminó el enfrentamiento a favor de los mexicanos.

Era del debut en la competición del Atlante, ganador de la Concacaf y el equipo más rodado del grupo. El conjunto blanquiazul, tras su gran victoria del pasado sábado contra el Aston Villa, buscaba la victoria para clasificarse para las semifinales con un once prácticamente nuevo con respecto al primer encuentro.

A excepción de un lanzamiento de falta por parte del malaguista José Juan Luque, en el minuto diez, que salió fuera por muy poco, el Atlante, más dominador, y con jugadores más en forma, abrió el marcador con una excelente jugada entre Maldonado, Bermudez y Pereyra, que con un lanzamiento raso y pegado al poste derecho de la portería del uruguayo Munúa, adelantó a su equipo en el minuto 16.

El Málaga no se había centrado en el campo y no se mostraba como el equipo aguerrido, fuerte y rápido de la primera jornada. El Atlante, conocía perfectamente el sistema malaguista y tapaba cualquier acción esporádica del punta francomarroquí Nabil Baha y las incursiones de Valdo y Luque, por las bandas.

La situación parecía franca para los mexicanos, pero Valdo, uno de los fichajes, robó un balón en el centro del campo, se fue por velocidad de su marcador, vio el desmarque de Luque por la izquierda y éste por bajo batió al guardameta Vilar, en el minuto 24. Todo había cambiado y se habían producido dos goles en apenas media hora de juego.

En el tiempo restante hasta llegar al descanso, el Málaga más desgastado y cansado lo intentó, sobre todo a balón parado, y el Atlante, que imponía su ritmo, pudo de nuevo desnivelar el marcador, pero el disparo de Pereyra, encontró a Munúa, que desvió con su pierna derecha lo justo para que el esférico se fuera a córner.

La segunda mitad fue más movida por parte de ambos equipos. El Málaga buscó incesantemente el segundo gol y dispuso hasta de ocasiones, alguna muy clara de Edu Ramos, Luque y Valdo. El Atlante, bajó la intensidad, ya no era el de la primera parte, pero cuando llegaba a la portería contrario creaba peligro.

Márquez, volvió a poner al Atlante por delante, en una jugada donde participaron hasta cuatro jugadores, para que el delantero de un lanzamiento colocado y raso obtuviera el 1-2, en el minuto 68. Al Málaga le traicionó la falta de pegada y el no haber roto el encuentro mucho antes con las ocasiones que creó.

El Atlante empezó a jugar a placer, a pesar de los cambios del Málaga para controlar el centro del campo, pero la sentencia llegó con un pase por la izquierda de Solari y Bermúdez, enganchó una volea que se coló por toda la escuadra de la portería en el minuto 73. El partido había acabado y habrá que esperar al miércoles para conocer el semifinalista cuando se enfrenten el conjunto mexicano y el Aston Villa.