Un tercio de la plantilla serán caras nuevas

El proyecto Real Valladolid 2009-10 ya está en marcha. Desde el momento en el que Pérez Burrull señalaba el pasado domingo en Sevilla el final de la Liga para el equipo, se daba el pistoletazo de salida para comenzar la rueda de bajas, negociaciones para renovar contratos, altas, etc.

La primera lectura que se puede extraer a primera vista es que la dirección deportiva y el técnico han llegado a la conclusión de que la plantilla requiere de una gran renovación y de poder apuntalar con urgencia posiciones que en la recién acabada temporada han estado muy desasistidas, especialmente el centro de la defensa y la punta del ataque. De hecho, Iñaki Bea y Nano no seguirán y García Calvo, muy mermado por la lesión crónica del pie, podría no continuar. Es decir, tres de cinco, por lo que sólo Baraja y Luis Prieto tienen asegurada su continuidad.

El ataque.

A pesar de los diez goles de Goitom, durante todo el año se ha manifestado la falta de pegada de los delanteros. El sueco, que vuelve al Murcia, nunca se ganó el cariño del público y fue bastante irregular. Ahí, el Valladolid estuvo muy cojo. La temporada de Ogbeche ha sido mala y el club quiere traspasarlo. El problema es que alguien le quiera o que el futbolista acepte marcharse. De Oldoni, mejor no hablar. Ha sido el refuerzo invernal más ineficaz que se recuerda, una gran forma de tirar el dinero. Por eso, al igual que en el centro de la zaga, en esa posición es donde se volcarán los grandes esfuerzos para mejorar.

Ningún cedido interesa. Al margen de los delanteros centro, Escudero fue de poco a menos, Nano no encontró la confianza del entrenador y Aguirre, salvando su gol en Sevilla, no demostró nivel para jugar en España. Todas ellas han sido cesiones para salir del paso y de rendimiento prácticamente nulo.

La grandes dudas vienen marcadas por la situación de los cuatro veteranos que terminan y a los que el club quiere dar un tratamiento especial. Se analizará con cada uno de ellos su caso, sin sentimentalismos, pero tratando a estos jugadores con el respeto que se merecen. Se les explicará su papel en el equipo del próximo año y la valoración económica y deportiva que el club les otorga para que ellos mismos decidan si están con ánimos de seguir o si quieren buscar nuevos horizontes. Marcos es muy probable que siga. García Calvo depende de su lesión y, si no se recupera, no continuar podría hacerlo con un contrato por partido jugado, por si acaso. Víctor vería reducida su ficha y su papel en el equipo. Óscar Sánchez, descontento por lo poco que ha jugado, recibirá un ofrecimiento y debe pensar si le interesa.

Asenjo se irá, Villar y Jacobo serán los porteros, y Asier, Kike y Rueda se irán cedidos para disfrutar de minutos. Y Álvaro Antón tratará de convencer por fin a Mendilibar de que tiene un hueco en la plantilla.