La plantilla de la Gimnástica Segoviana, equipo que milita en el grupo VIII de la Tercera División, no se presentó a jugar su encuentro de la trigésima quinta jornada de Liga ante el Aguilar, haciendo caso omiso a la imposición de servicios mínimos que realizó el club, ante la huelga que plantearon los futbolistas a principios de semana.

Los jugadores de la plantilla azulgrana mantuvieron una última reunión en el vestuario, una hora y media antes de la hora fijada para el comienzo del encuentro, en la que se ratificaron en su postura de hacer huelga, para reivindicar el pago de los siete meses de salarios que les debe el club.

Mientras que los jugadores del Aguilar calentaban sobre el césped de La Albuera, los futbolistas de la Segoviana abandonaban el estadio conscientes de que, con su decisión, ponen al club "en una situación límite", igual que la que "sufren" ellos.

Así lo ha indicado el capitán del equipo, Ramsés Gil, quien dejó claro que "no" está "seguro" de que la huelga acabe con los problemas de la plantilla, pero "no" les ha quedado "otra salida", comentó.

Veinte minutos después de las 18,00 horas, la establecida para el inicio del encuentro ante el Aguilar, el colegiado burgalés Javier Pérez Martín cerró el acta arbitral haciendo referencia la incomparecencia de la Gimnástica Segoviana, que será sancionada por el Comité de Competición con la derrota en el partido por 0-3 y la pérdida de tres puntos.

Si el equipo mantiene la huelga, y no juega la próxima jornada de Liga, en la que volvería a jugar en casa, en esta ocasión ante el Real Ávila, será expulsado de la competición.