El lateral brasileño del Barcelona Dani Alves llamó por teléfono al término del partido ante el Racing de Santander a Toni Moral para preocuparse por su estado físico y pedirle disculpas por la dura entrada que le realizó en la segunda mitad del partido.

Alves se puso en contacto con Moral para interesarse por su estado físico y celebró "que su lesión no haya sido grave", un esguince de tobillo que probablemente le impedirá jugar el próximo sábado ante el Real Madrid.

"No tenía intención de hacerle daño, pero no pude frenar el impulso que llevaba. En seguida me di cuenta de que le había golpeado y le dije al árbitro que parase el juego porque el jugador del Racing no estaba perdiendo tiempo", explicó Alves.

El brasileño deberá cumplir un partido de sanción el próximo domingo, ante el Sporting de Gijón, después de ver ante el Racing su quinta amarilla de la temporada por simular un penalti, una amonestación que espera le sea retirada por el Comité de Competición. "No me tiré, me desequilibré por la inercia de la jugada", relató.

El club recurrirá la amarilla de Alves

El Barcelona recurrirá ante el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) la tarjeta amarilla que Dani Alves vio en El Sardinero por simular una falta. Así lo recogió en el acta el colegiado Fernández Borbalán, al entender que el lateral brasileño intentó forzar el penalti en el minuto 77 de partido.

Sin embargo, el Barcelona considera que Alves no intentó engañar al árbitro, por lo que los servicios jurídicos del club presentarán alegaciones a la tarjeta, la quinta del brasileño a lo largo del campeonato, que le impediría jugar ante el Sporting de Gijón el próximo domingo.