Los bosnios, animados por su carismático seleccionador Miroslav Blazevic, empezaron el partido de forma espectacular, poniéndose a 0-2 en los primeros 13 minutos. El primer gol fue marcado por la flamante estrella de la Bundesliga, Vedad Ibisevic, quien fusiló a Samir Handanovic a pase de Edin Dzeko.

Poco después Mitja Morec jugó con la mano en el área y Zvjezdan Misimovic convirtió la pena máxima.

El árbitro finlandés tuvo que interrumpir el juego durante dos minutos ya que los hinchas bosnios festejaron el gol con bengalas.

Los locales acortaron distancias por mediación de Robert Koren mediada la primera parte, pero fallaron su gran ocasión para empatar a los 44 minutos cuando Mirnes Sisic falló el penalti, enviando el balón fuera.

El equipo de Blazevic volvió a la ofensiva nada más empezado el segundo período y fueron el ágil Dzeko y otra vez Ibisevic los que colocaron el marcador fuera del alcance esloveno (1-4).

Sin embargo, la gran figura eslovena, el serbio naturalizado Milivoj Novakovic convirtió el penalti a los 64 minutos y marcó de jugada a falta de un cuarto de hora para el fin del partido, poniendo la emoción al rojo vivo (3-4).

Aunque muy debilitada por la ausencia de la mitad de sus titulares, Bosnia resistió en los últimos minutos y acabó logrando su tercera victoria de tres enfrentamientos con Eslovenia.