"Dicen que los sueños se cumplen y aquí estoy"

Apoño

"Dicen que los sueños se cumplen y aquí estoy"

"Dicen que los sueños se cumplen y aquí estoy"

Antes león, ahora Gattuso, pero siempre de La Palmilla. Eterno vecino de La Rosaleda, este bravo mediocentro de la casa disfruta ahora del reconocimiento que le brinda su Málaga. Lo que antes era un sueño, ha ido tomando forma y hoy se desvela como realidad. Despierta Apoño...

Con los deberes hechos se descansa mejor...

Está claro. Lo importante era conseguir la victoria en nuestro último partido contra el Recreativo y así da gusto irse unos días de vacaciones.

Lo digo tanto por el equipo, como por usted. En lo personal está cumpliendo con creces.

Creo que tanto el equipo como yo estamos atravesando por un buen momento. El Málaga ganó por 0-4 en Huelva y yo pude ser partícipe de ese resultado. Pero no hay que relajarse, tenemos que seguir trabajando porque no hemos hecho nada. Nos vamos de vacaciones, pero con la mente preparada para competir.

¿Cree que ha ido de menos a más esta temporada?

No sabría decirlo. Si contamos la pretemporada, no creo. Hice una preparación muy buena, trabajé para el equipo e incluso metí algún que otro gol. Lo que pasa es que en los últimos dos partidos he tenido minutos y pude demostrar más cosas sobre el campo.

Más allá de lo físico, ¿ha tenido algún bajón mental?

No, no. Si algo tengo, es que mentalmente soy fuerte. Nadie me va a sacar de mis casillas y es una de mis virtudes. Siempre seré el mismo. Aunque esté jugando más ahora, nada ha cambiado para mí.

Por dónde y cómo está, ¿puede ser éste su auge como futbolista?

Puede ser. Es mi estreno en Primera y, claro, todo el mundo mira para ver cómo me salen las cosas. Se me puede discutir, pero trabajaré a tope para quedarme en esta categoría.

Hace no tanto, esto era un sueño inalcanzable.

La verdad es que nunca me imaginé jugando en Primera con el Málaga. Pero dicen que los sueños se cumplen y aquí estoy, intentando darlo todo por mi equipo.

¿Se ha tenido que sacrificar mucho para llegar hasta aquí?

Pues sí. Estuve muchos años yendo y viniendo a Marbella mañana y tarde. Cuesta mucho, pero las ganas de jugar al fútbol y la ilusión de convertirme en profesional siempre me han empujado hacia adelante. Mis amigos también me han apoyado y eso se agradece.

Sacrificio también en el sentido de brillar menos para el bien del equipo.

Si es lo que quiere el entrenador, yo estoy encantado. Lo importante es participar y que se vayan sumando puntos. Quien brille es lo de menos.

¿Es de esa filosofía de donde sale el apodo del 'Gattuso de La Palmilla'?

(Risas). Eso me dicen algunos en el vestuario, pero la verdad es que me da igual cómo me llamen. Lo importante es jugar, cumplir y disfrutar con el fútbol.

¿Quién se lo puso?

Marcelino Torrontegui (masajista del equipo) empezó con sus bromitas tras lo de Huelva y al final se me quedará por su culpa...

¿Y qué le parece el futbolista italiano?

Un poco tronco, pero defensivamente es un cañón. Estamos hablando de un titular indiscutible en el Milán y en la selección campeona del mundo.

Usted también domina algunas de esas virtudes que se notan menos que los goles.

La misión de un pivote es hacerlo bien y que no se noten los fallos. Hay que robar, no perder el balón y si hace falta dársela al de al lado, pues no pasa nada.

¿Qué más podemos esperar de Apoño este año?

Me veo capaz de muchas cosas, pero sobre todo de ayudar al equipo. Aunque individualmente me vea suelto, el equipo es la base para todos.

¿Cómo está influyendo en su juego Antonio Tapia?

Aprendo mucho con él. Muñiz me daba confianza, pero Tapia me enseña muchísimo tácticamente. Antes era más desordenado y gracias a él estoy mejorando.

Es de los que insisten...

La verdad es que sí, pero es bueno que me hable tanto porque sería peor que se me pudiesen ver más fallos.

Descríbame a estos tres jugadores: Miguel Ángel, Lolo y Pablo Barros.

Miguel Ángel tiene una matrícula en táctica y con el balón en los pies es muy bueno. Lolo es muy aguerrido, fuerte y polivalente, un gran fichaje. Y Pablo (Barros) es eléctrico, gran defensor y un incordio en los entrenamientos (risas).

¿Cómo se lleva eso de la competencia?

Todos nos llevamos muy bien y la competencia es muy sana. El entrenador dirá quien juega y quien no, así que nosotros no nos tenemos que pelear ni por eso.

¿Se notan las diferencias de estar en una plantilla de Primera?

El año pasado ya teníamos un vestuario enorme, aunque ahora haya más calidad.

¿Y con los rivales?

El fútbol es más rápido y arriba te perdonan menos.

¿Ha demostrado el Málaga que tiene un hueco entre los grandes?

Nos salvamos seguro.