Henry y Anelka salvan el cuello de Domenech ante la Serbia de Antic

Clasificación Mundial 2010 | Francia 2 - Serbia 1

Henry y Anelka salvan el cuello de Domenech ante la Serbia de Antic

Henry y Anelka salvan el cuello de Domenech ante la Serbia de Antic

La victoria y el buen juego de los franceses mitiga los recientes fracasos de la selección francesa y puede que sirva para que Domenech no sea recibido entre abucheos y gritos de "dimisión" en el próximo encuentro que los galos disputen en casa.

Francia ganó por la mínima ante una organizada serbia (2-1) en un partido que los galos controlaron de inicio a fin y que salva de la "guillotina" al seleccionador Raymond Domenech, muy criticado tras su fracaso de la última Eurocopa y la derrota ante Austria (3-1) del pasado sábado.

La entrada de Nicolas Anelka por Karim Benzema en el segundo período dio alas a Francia, que lo había intentado con perseverancia y empaque pero sin éxito en los primeros 45 minutos.

El delantero del Chelsea inglés y ex del Real Madrid aportó el punto de descaro que necesitaban los "Bleus" en el inicio de la segunda parte, cuando estuvo realmente inspirado, subiendo el segundo gol al marcador, tras un primer tanto del barcelonista Henry.

La victoria y el buen juego de los franceses mitiga los recientes fracasos de la selección francesa y puede que sirva para que Domenech no sea recibido entre abucheos y gritos de "dimisión" en el próximo encuentro que los galos disputen en casa.

El primer tiempo, que parecía un "correcalles" al inicio, se fue decantando del lado francés, con cuatro buenas ocasiones de los galos en los primeros 45 minutos frente a un par de los visitantes.

Los "Bleus", sabedores de que su defensa fue una catástrofe en el partido que perdieron el sábado contra Austria y ante el descontento de su público, se lanzaron al ataque desde el comienzo, intentándolo por banda y por el centro, goteando reiteradamente sobre la portería de Stojkovic, aunque sólo gozaron de una ocasión clara de gol.

Tras una magnífica subida por banda de Sagna, el lateral derecho combinó con Gourcuff, quien colgó un balón que Henry colocó de cabeza al ángulo, provocando una buena intervención de Stojkovic, que despejó a córner.

Serbia, que tuvo que sustituir por lesión en el minuto 4 a su capitán Stankovic, intentó capitalizar un par de esporádicos contraataques y alguna acción a balón parado, aunque pendiente siempre de no perder la compostura en la zaga.

Los visitantes se fueron al vestuario tras haber dado una imagen de solidez pero dejando la sensación de que podían haber sacado más partido del difícil momento que atravesaba la selección francesa, de haberlo intentado con más laxitud en ataque.

El guión fue el mismo en la segunda parte, aunque la entrada de un actor nuevo, Anelka por un desdibujado Benzema, cambió el final de la película.

Henry (m.54) supo aprovechar el rechace de una jugada de Govou para abrir la portería serbia, que recibió varios embistes en los minutos posteriores gracias Anelka, hasta que el propio delantero de 29 años taladró la meta de los balcánicos (m.64).

Dos goles de ventaja debían ser una renta suficiente para administrar en los 25 minutos que faltaban para la conclusión del encuentro.

Pero los de Domenech se confiaron ante una Serbia que no bajó los brazos y consiguió poner el 2-1 en el marcador, tras un córner innecesario que Ivanovic picó de cabeza dentro de la red de Mandanda. Francia suspendió otra vez en septiembre el examen de balón parado.

El gol hizo que los serbios se creyeran la posibilidad del empate por lo que, tras una ocasión del valencianista Zigic, Domenech decidió sustituir a Govou por Alou Diarra para ganar seguridad en el centro del campo en los últimos minutos. Los franceses volvieron a hacerse dueños de la pelota en la recta final del partido y superaron sin mayores complicaciones un obstáculo con el que no podían permitirse tropezar.

Los de Radomir Antich quizá se arrepintieron entonces de no haber jugado con más descaro, y haber probado los nervios de Francia subiendo más al ataque, en lugar de esperar que el gol llegase en forma de contraataque, especialmente en la primera mitad, cuando las fuerzas estuvieron más igualadas.