El seleccionador español, Luis Aragonés, tiene todos sus sentidos puestos en el partido de este domingo contra Italia y no quiere que nada perturbe el buen ambiente del grupo. Por eso se niega a hablar sobre el problema surgido con Sergio Ramos. "No hay comentarios sobre ese tema", cortó Luis de raíz una pregunta que no había terminado de formularse. Después del roce surgido con Fernando Torres en el primer partido contra Rusia, Aragonés no tuvo inconveniente en hablar del tema en público. Los dos casos parecen bien distintos y la gravedad de la situación alcanzada con Ramos no se produjo con Torres.
Regresando al partido, Luis está convencido de que España va a ganar a Italia. "El equipo está convencido y va a dar el 110%. Si tienen que morir en el campo lo van a hacer", asegura el seleccionador sin ninguna duda. "Yo, como siempre, tengo la botella en la mitad y debo transmitir tranquilidad, pero estoy convencido de que vamos a pasar".
"Un equipo que se precie de ello debe ir al campo convencido de que va a ganar y los jugadores no piensan en otra cosa. Tengo un grupo que se merece pasar de cuartos y, además, estamos en una dinámica ganadora", asegura Aragonés para reforzar su confianza. Sin embargo, no se olvida de lo que representa Italia: "La respeto mucho, porque Italia sí que es una selección ganadora".
"No tengo claro el equipo"
Para contrarrestar las virtudes de Italia, Luis piensa que la táctica no será determinante. "La táctica no es lo más importante en el fútbol para ganar. Para nosotros lo fundamental es tener el balón y hacerlo correr con velocidad, pero Italia no nos va a permitir tener la pelota y sin balón sufrimos. Pero vamos a saber sufrir".
"También somos peligrosos al contragolpe por la rapidez de los dos delanteros, pero, sin embargo, somos vulnerables por arriba, porque nos falta estatura", avisa Luis, quien tiene claro que "con Toni hay que estar listísimos".
Lo que dice no tener tan clara es la alineación que se enfrentará a Italia, aunque todo hace indicar que será la misma que presentó contra Rusia y Suecia. "No tengo claro el equipo y lo digo, aunque alguno piense otra cosa, Os podéis equivocar", reta el seleccionador.
El de Italia podría ser el último partido de Luis como seleccionador, pero él se niega a situarlo como el más importante de su carrera: "Para lo bueno y para lo malo seré recordado y he tenido partidos importantes en mi carrera. Quizá por representar a mi país si pueda ser el más importante". Por eso es posible que su estado anímico sea "normal, como en otros encuentros".
