Pide que si hay silbidos también reserven una ración para él. Buenista hasta la médula, Frank Rijkaard se despide hoy del Camp Nou con el talante de costumbre: ni una mala palabra, ni un mal gesto. Algunos culés han enviado mensajes de móvil para organizar una protesta masiva contra la pésima gestión deportiva de Laporta y su directiva, y de paso podrían homenajear al técnico que les condujo a la segunda Copa de Europa, dado que la junta pasa del asunto. El gran ausente será Ronaldinho, quien, si se cumplen los pronósticos, dejará el Camp Nou sin despedida de ninguna especie. El Barça acaba la temporada con el tercer puesto en juego, superado por el Villarreal y ahora amenazado por el Atlético. Tiene suerte Laporta (domingo, puente en Barcelona, noche y lluvia), porque así la pañolada quedará en casi una anécdota.

El Mallorca asiste al espectáculo con la vista puesta en la zona UEFA, que está a tres puntos. Con un Güiza amenazante, autor de 25 goles, alberga la intención de seguir dándole cera a una defensa que el miércoles se llevó cuatro del Bernabéu.

Los borrados. Sin Xavi ni Márquez, suspendidos, Rijkaard recupera a los borrados Etoo y Deco. El técnico ha querido tener un penúltimo detalle con dos nuevos canteranos, Fali y Rueda, que anoche durmieron sueños de cracks. El Mallorca no pierde desde el 13 de abril (2-3 contra el Sevilla), y como visitante desde el 16 de marzo (2-1 en Montjuïc). No estarán Jonás, Scaloni ni Ramis, lesionados, pero sí el Caño Ibagaza. Puede arder el Camp Nou, pero no precisamente de jolgorio blaugrana.

Güiza, a la caza de Arza y de un récord histórico

Tendríamos que remontarnos hasta la temporada 1954-55 para encontrar un jugador español que haya marcado en una Liga más goles que Güiza, sin contar los lanzamientos de penalti. El delantero del Mallorca lleva 25 y está a cuatro de Arza, delantero del Sevilla que por aquel entonces consiguió 29. Asimimo, Güiza es el jugador de la historia de la Liga con más goles fuera de casa. Ya lleva 18.