El mexicano Javier Aguirre, entrenador del Atlético de Madrid, admitió que habló con José Antonio Reyes tras dejarle fuera de la lista ante el Sevilla, aunque advirtió de que el jugador "nunca" le faltó al respeto, y consideró que la relación técnico-plantilla es "muy buena y de mutua confianza".

De esa conversación, que centró buena parte de los más de 20 minutos que duró la rueda de prensa de hoy, explicó que no hubo "palabras altas ni agresivas", sino que "simplemente había una disconformidad" del jugador y se lo hizo saber, y afirmó que, al término de esa charla, Reyes le dijo que "no quería entrenar".

"Y yo le dije, José tienes que entrenar. Me dijo: ''no voy a venir míster''. Y le contesté: tienes que venir. Cerré la puerta y se marchó. Estaba caliente. Pero él vino a entrenar, con lo cual es profesional", apuntó el técnico, que recordó que le pidió hablar tras no verse en la convocatoria contra el Sevilla, "como lo hacen otros jugadores que no entran en la convocatoria" y que le preguntan por qué se han quedado fuera de la citación para un encuentro.

"Eso no significa que esté apartado. Reyes no está apartado. No fue convocado a ese partido y al siguiente por decisión mía, como no han ido otros jugadores. Y algunos, en su estilo y en su forma, te piden explicaciones. Reyes me pidió hablar y puedo asegurar con la biblia debajo de la mano que no me insultó", explicó. "Es impensable e imposible que nos insultemos. Los dos estamos en el mismo equipo. Eso sería un punto final. No estaba de acuerdo y los derroteros de la conversación, el tono o el tema es algo privado. Ni yo le insulté a él ni él me insultó a mi. No me insultó. Lo digo con el corazón en la mano", continuó.

"Hubo una discusión, él no estaba de acuerdo, yo le expliqué y nunca me faltó al respeto de ninguna manera, ni el insulto frontal ni personal. Se marchó, cerré y seguí. Como que tengo tres hijos, mi mujer y me llamo Javier Aguirre él a mí ahí no me insultó. A partir de ahí se marcha y hasta el día de hoy no me ha insultado", declaró.

El técnico reconoció que pasa informes de todo lo que sucede cada semana a Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo, consejero delegado y presidente del club, respectivamente, en los que salen "todos los pormenores de lo que acontece en el día a día". "Seguramente, claro que pude haberle dicho (a Gil Marín) que estaba molesto con Reyes, como otras cosas. Esto lo ventiló Miguel Ángel, que se lo dijo al representante. Él, una vez con la información, tiene todo el derecho de airearla o no", añadió.

El técnico, que afirmó que se siente "absolutamente" respaldado por la directiva en esos informes, ha incluido a Reyes en la convocatoria para el partido de mañana ante el Almería. "Yo soy el primero en defender los intereses del Atlético de Madrid, no puedo dar patadas al pesebre ni prescindir de un jugador", indicó.

"Antes de eso, busco un mal arreglo a un buen pleito. Siempre lo he hecho. Hay puntos en los que no hay marcha atrás. Me ha sucedido en veinte meses una sola vez (con el portugués Maniche)", añadió el entrenador, que destacó que Reyes está entrenando "de maravilla". "Ojalá mañana tengamos posibilidades de mostrarlo", agregó.

Contento con Reyes

Aguirre aseguró que está "contento" con Reyes y con todos los jugadores de la plantilla. "Sucede siempre que es el eterno problema de los entrenadores, que sólo tenemos a once y hay doce que no están contentos. Y yo festejo y celebro eso, no porque sea demasiado malo, sino porque el día que un jugador esté contento con ser suplente o no ir convocado, no sirve para el fútbol", dijo.

"Yo le comento a mis jugadores que tengo 23 y pienso en 23 y ustedes (los futbolistas) piensan en uno. Hay otros 22 que piensan igual y todos quieren jugar. Mientras el equipo sea de once, hay doce que cada semana tienen cabreos. Es normal, vivo con ello y no me molesta que un jugador lo manifieste, siempre y cuando lo haga primero conmigo", continuó.

El preparador definió la relación con su plantilla como "muy buena, muy abierta, mirándonos a los ojos y diciéndonos cosas". "Yo la veo muy buena, de mutua confianza. Está claro que en 23 individuos hay 23 personalidades distintas y con base a ello hay una relación más fluida con unos que con otros", explicó.

El entrenador recordó que, desde que llegó al Atlético, en el verano de 2006, sólo ha tenido una "incidencia este año", que fue una "diferencia con Maniche". "Ahí, lo único que sucedió es que fue delante del grupo, con lo cual se lo hice saber a la directiva y me sentí plenamente respaldado", recalcó.

"Y -agregó- de esta otra incidencia (con Reyes), hay ocho. Cada semana hay una cosa así, siempre con respeto. Con Reyes, seguramente al salir de ahí esa conversación ya no quedó entre él y yo, se fue alargando, lo oyó mucha gente, llegó a oídos de la opinión publica y salió a la luz. Es parte del proceso de un equipo y de relaciones humanas de dos adultos que no se ponen de acuerdo en un punto".

Tranquilidad

El técnico admitió que la aparición de esa noticia en los medios de comunicación no les ha dejado "tranquilos" esta semana para preparar el encuentro de mañana ante el Almería y puede haber hecho que algún futbolista pueda "despistarse", aunque avisó: "No es ningún pretexto, ni mucho menos".

"Nosotros mañana, con noticia o sin ella, tenemos que dar la cara, ganar el partido, jugar bien, regresar a la senda del triunfo, no salirnos de esos puestos de Liga de Campeones y seguir con nuestro objetivo una semana más. No será pretexto y esperemos que nadie lo tenga que esgrimir", añadió.

"La plantilla entiende que en un club de esta magnitud es hasta cierto punto normal que sucedan este tipo de situaciones, de noticias que emergen del seno interno y que se tienen que empezar a acostumbrar a esto, a que hay nombres de técnicos para el año que viene o de jugadores ya fichados o en la agenda. Todos los que estamos en este Atlético sabemos el costo de estar en un club grande", apuntó.

En lo deportivo, el equipo rojiblanco recibe mañana al Almería, un rival, que, según el técnico, es el "mejor en cuanto a puntos, goles y variedad" de jugadas de estrategia. "Hemos intentado buscar un antídoto para no sufrir. De entrada no cometer falta innecesarias y no regalar saques de esquina, porque son muy capaces", concluyó.