Joaquín Morales compareció por primera vez tras la ruptura de negociaciones con el grupo de Luis Parra para la compra del club azulino. "Voy a hablar de Luis Parra, al que tanto le gusta salir. Este señor vino a mí como intermediario. Luego conocí al señor que tenía la intención de comprar y con él sólo he estado una vez. Después de hacer muchos números con Luis Parra, nos hacen una oferta de cinco millones de euros. Nosotros hemos puesto casi nueve millones y cuando digo nosotros, me refiero a ese Grupo Prestige en el que están José Luis López, Mateos, Pineda y Chaves. Ellos pusieron tres millones y hay que pagarles. Por eso yo no puedo tomar ninguna decisión en solitario. Yo puedo mandar en mis miserias, pero no puedo decidir sólo porque hay que devolverle ese dinero a estos señores", recordó Morales.

El dirigente xerecista continuó explicando que, "tras la oferta que me hace este señor, Jesús Prudencio, y lo nombro porque ya lo ha nombrado Luis Parra, le comentó que ya no es el dinero que nos quiera devolver lo que importa, sino qué va a pasar con el Xerez. Yo no soy pesetero y no lo he sido en mi vida. Miro siempre el futuro del Xerez antes que mi dinero. Si tuviera que perder hasta el último euro por el Xerez, lo haría". Joaquín Morales siguió relatando la historia de una operación fallida: "Le dije -a Jesús Prudencio-, que si quería cinco o seis años para pagar la cifra acordada, ya que primero hay que afrontar los pagos que tiene el Xerez. Eso es lo que le dije y él me comentó que me puede dar un millón en cinco años y le pregunto que qué pasa con lo que falta de aquí al final de temporada. Dice que no puede pagar más porque él tiene una empresa pequeña y nunca ha devuelto un pagaré. Yo, con esa operación perdía tres y pico y el resto dos. Después me dijo que podrían poner un poco más de dinero y llegar a dos. Yo le contesté que en esas condiciones no se podía vender al Xerez por el futuro". El presidente analizó pormenorizadamente cómo se han sucedido los hechos de una operación que no se realizará.