El portero alemán del Arsenal, Jens Lehmann ha afirmado que "ciertos tipos no saben separar lo profesional de lo personal", en referencia a la rivalidad que mantiene con el español Manuel Almunia, en la meta del conjunto londinense.

"En estas rivalidades, ciertos tipos no saben separar lo profesional de lo personal. O sea, no nos une precisamente una gran amistad, pero no es algo que me preocupe", afirmó en una entrevista concedida a FIFA.com, al ser preguntado por la pugna que mantiene con Almunia.

El guardameta alemán, no obstante, afirma que "sí es posible hacer amigos en el fútbol, pero en equipos más pequeños, donde todos saben que tienen que formar una piña y dependen mucho de los demás". Por el contrario, asegura que "en los clubes grandes, llega otro tipo que ofrece la misma calidad y prescinden totalmente del que tenían antes".

Rodeado de jóvenes

El portero del Arsenal se considera "uno más del grupo" en el equipo londinense, pero también reconoce que no hace muchos planes con ellos "por edad", ya que "tienen más afinidades con sus hijos" que con él mismo.

Lehmann admitió, además, que las responsabilidades extra deportivas le dificultan "alternar con los compañeros". "Tengo una familia y no me queda tiempo", aseguró. "Solía salir con Thierry Henry y Freddie Ljungberg de vez en cuando, pero el único más o menos de mi edad y con hijos que hay ahora en el equipo es Gilberto Silva", aseveró.

El guardameta reconoció que le ha costado "muchísimo" quedarse en el banquillo durante períodos tan prolongados esta temporada: "es muy duro, especialmente cuando veo el rendimiento que se está ofreciendo sobre el terreno de juego".

"A veces no te queda más remedio que aceptar que, a pesar de jugar un par de partidos, acabas de nuevo en el banquillo", señaló.

Quiere seguir en Inglaterra

En cuanto a si se planteó o no volver al Borussia Dortmund el pasado enero, Lehmann admitió habérselo planteado, pero afirmó haberse quedado por varias razones: "mi experiencia en el Milán, del que me marché demasiado pronto, fue una de ellas, y también mi situación familiar, porque no quería sacar a mis hijos de la escuela a la que van ahora".

Además, dijo tener "certeza" de que todavía puede "ganar un título con este club y contribuir a su triunfo". Pese a sus declaradas intenciones, Lehmann sostuvo que no le preocupa perder la plaza en la selección alemana y "en condiciones normales, tampoco la titularidad en el club".

El portero del Arsenal aún lamenta su expulsión en la final de la Liga de Campeones 2005 contra el Barcelona. "Todavía me dura el enfado. Tengo aquello metido en la cabeza, me asalta el recuerdo y me pongo a pensar en mi situación sentado en el banquillo".

"Creo que el árbitro se encontró presionado en la final. Los hombres del Barcelona se fueron para él con las manos en alto, pidiéndole la tarjeta roja. Al fin y al cabo, yo había tocado al jugador (Samuel Eto'o), de manera que estaba en manos del árbitro, y tomó la decisión que él consideró acertada. No creo que su intención fuera castigarme a mí particularmente. Según he oído, después se arrepintió, de manera que no puedo tomarla contra él", agregó.

La rivalidad con Kahn

De nuevo, Lehmann demostró que otro enfrentamiento está muy presente en su carrera. "Mi rivalidad con Oliver Kahn me hizo, sin duda alguna, mejor futbolista, especialmente durante los dos años previos al Mundial", sentenció.

Conseguir el dorsal número uno no fue sencillo, tuvo que pelearlo con Kahn: "luché y jugué casi a la perfección durante dos años y medio. ¡La tensión era tan grande! A mi me vino de perlas, fue fantástico".