El barcelonista Leo Messi se retiró entre lágrimas del Camp Nou después de sufrir una nueva lesión muscular, una rotura en el bíceps femoral de la pierna izquierda, la misma lesión que le mantuvo un mes y medio de baja entre diciembre y enero pasado.

En una pared con el italiano Gianluca Zambrotta, en el minuto 33 del encuentro ante el Celtic Glasgow, Messi se quedó frenado en seco, se echó las manos a la cabeza, se quitó con rabia la cinta del pelo y cayó entre sollozos sobre el césped, donde fue consolado por sus compañeros.

Según confirmaron los servicios médicos del club catalán, la lesión es la misma que sufrió en Mestalla, aunque se desconoce los milímetros de rotura de la misma, lo cual determinará las semanas que estará de baja.

En Valencia, Leo Messi también sufrió una rotura del bíceps femoral. Estuvo de baja del 5 de diciembre al 19 de enero. La lesión se produce, curiosamente, después de que el argentino fuera reservado de inicio en el último partido liguero en el Calderón, circunstancia por la cual fue criticado el técnico Frank Rijkaard.

El director técnico del Barça, Txiki Begiristain, calificó la lesión de "desgracia". Explicó que le tendrán que hacer nuevas pruebas para confirmar el periodo de baja y confirmó que fue reservado en el último partido porque existía cierto riesgo de que pudiera lesionarse. "Puede jugar perfectamente un partido a la semana, por eso descansó en Madrid. Esperemos que no sea mucho, que se recupere lo antes posible", ha indicado el director técnico barcelonista.