Enfrentados. Imposible. Puedes provocarme, pero no lo conseguirás. Sólo Tomás Guasch posee más recursos lingüisticos y escritos que tú para defender lo contrario de lo que piensa. De ahí que esté convencido de que, en esta primera andanada, vas a defender lo opuesto a mi tesis sabiendo, como sabes, que va a ganar el Barça.

Y el Barça va a ganar por muy diversas y contundentes razones. Porque juega en casa. Porque lo necesita más que el Real Madrid. Porque sabe que, si pierde, se le escapa la Liga (y no es ninguna broma). Porque, en Valencia, recuperó no sólo su mejor alineación y juego, sino la credibilidad y la confirmación de que vuelve a ser el equipo que impone el ritmo en los partidos. Y porque (y eso lo sabes tú mejor que nadie) de los 22 jugadores que saltarán al campo el Barça tiene, incluso con la ausencia de Messi, los siete mejores.

 Cierto, es un partido aislado, un clásico y, aunque las estadísticas están a favor del Barça, es evidente que, en estos pulsos, el favorito siempre es el que juega en casa. El Madrid sabe que el Camp Nou será una olla a presión. Y, en esas condiciones, el fútbol resultadista de los blancos se verá desbordado por la creatividad de los azulgrana.

 Tú y yo sabemos que esa manera que tiene el Madrid de sacar adelante los partidos, los resultados, se acabará algún día. Y ése es el mayor argumento para defender que el Barça va a ganar este partido: quiere poner al Madrid en su sitio ya mismo y demostrarle que, tal y como pregonan todos los que saben de fútbol (entre los que te incluyo), el fútbol del nuevo siglo es el que practican los de Rijkaard. El otro, el que gana, el que se basa en las manos prodigiosas de Casillas y los pies virtuosos de Raúl, gana pero no convence. O sólo convence porque gana. Hasta mañana.