Si tienen problemas de insomnio y han grabado el Espanyol-Levante, será mano de santo para solucionarlos. El partido de esta noche ha sido de lo peorcito que se ha visto por Montjuïc esta temporada.

Los locales encarrilaron el partido muy pronto. A los 8 minutos, un centro de Moha desde la izquierda fue rematado por Jarque sin oposición, a lo que respondió Storari con una excelente parada, aunque lo que no pudo evitar el arquero italiano fue el posterior remate del propio Jarque, que remató a la red el balón suelto.

Desde entonces y hasta el final del partido, poco fútbol y mucho frío en Montjuïc. El estadio del Espanyol no es precisamente el lugar más caluroso de Barcelona, con lo que el partido se disputó con el mismo público que presenciaría un entrenamiento.

En las filas del Levante solo destacaba el hambre de Riga, que es el jugador con más calidad de su equipo y además el que se echa al equipo a la espalda, o por lo menos lo intenta, cuando vienen mal dadas. El ghanés no podrá sentirse culpable si el equipo termina bajando a Segunda (la cosa pinta muy mal) porque es de los pocos que aporta recursos diferentes de lo común cuando se trata de atacar.

El Levante lo intenta pero no puede

Mientras, el Espanyol quería darle emoción al partido, porque se dedicó a sestear de tal manera que los valencianos se empezaron a creer que podían sacar su primer punto fuera de casa en toda la Liga. Los de Valverde rinden mucho más ante los grandes que ante los pequeños, y hoy se volvió a demostrar.

Sin embargo, el potencial ofensivo del Levante no da para mucho más de lo ofrecido hoy. Parece mentira que un jugador como Rigano, por poner un ejemplo, tenga hueco en la Liga española. Los únicos balones que llevaban algo de peligro (muy poco) al área de Kameni fueron pelotazos en busca de un rematador que no existía.

Valverde decidió dar entrada a Iván de la Peña buscando un plus de creatividad para la apagada delantera de su equipo, y lo consiguió, porque con 'Lo Pelat' en el campo sigue habiendo motivos para ver un partido, aunque no esté en su mejor forma, como es el caso.

El Espanyol se desperezó y llegó al área visitante con peligro en un par de ocasiones más antes del final, pero acabó sufriendo porque el Levante atacó más en los diez últimos minutos que en el resto del partido. Aunque con voluntad, los granotas acabaron sumando su octava derrota en ocho partidos lejos del Ciutat, lo que les acerca un poco más al pozo de la Segunda. El Espanyol pasará la noche en puestos Champions y tendrá que esperar el pinchazo del Villarreal para continuar con el sueño europeo.