Laporta promete mano dura sin tocar nada

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Laporta promete mano dura sin tocar nada

Laporta promete mano dura sin tocar nada

enric fontcuberta

De acuerdo al programa previsto, el presidente del Barça compareció ante los medios, dos días después de perder la Liga. Achacó las culpas a la relajación y la autocomplacencia, dijo que todos en el club son responsables del mal año y prometió mano dura para evitar que se repita.

Joan Laporta escenificó ayer el cambio radical que pretende en la forma de hacer las cosas en el vestuario del Camp Nou, pero no blandió el bisturí para extirpar ningún tejido dañado. Sabedor de lo que la afición quería escuchar, dos días después de perder el único título importante que le quedaba a tiro -la Liga, que fue para el Real Madrid-, el presidente elaboró un discurso de mea culpa colectivo, aunque con especial incidencia en lo que calificó faltas "graves" en la disciplina de la plantilla. Amante de los eslóganes, Laporta repitió ayer uno que se ajusta al cierre de un ejercicio infructuoso: "Nos vimos arrastrados por la inercia de la autocomplacencia".

Rodeado de gran expectación mediática, Laporta se arropó con el grueso de su directiva (se notó la ausencia del vicepresidente Ferran Soriano), llegó tarde y liquidó el asunto a tiempo para reunirse a las dos con su cuadro de mando. La junta, según explicó, participa de lo que él expuso en la conferencia de prensa, lo que abre una interrogante sobre la necesidad de la reunión posterior.

"Aplicaremos con rigor el código de régimen interno", aseguró Laporta, ojeroso y con gesto grave. Admitió que el Barça estuvo "instalado en una nube", que la junta supo "cuando ya era tarde" de los problemas en el vestuario, que la plantilla mostró una actitud "preocupante", pero que tenía la sensación de que "el talento superaría estas situaciones".

Ropa sucia. No quiso aclarar dichos problemas del vestuario ni señaló a los responsables, "porque hay que lavar la ropa sucia en casa", aunque subrayó que "hay algunos que no han tenido el compromiso y la profesionalidad deseada".

Pese a todo, Laporta cree que están "en el buen camino, esta máquina todavía puede dar muchos años de éxitos al Barça". Para ello ficharán "un lateral, un central, dos centrocampistas y dos delanteros" y sigue confiando en Frank Rijkaard y Txiki Begiristain.

El futuro de un trío en discordia

Samuel Etoo: hay voluntad de que continúe

Según Laporta, Rijkaard "desea que continúe" Samuel Etoo en la plantilla del Barça, a pesar de que el camerunés le llamó "mala persona" el pasado mes de febrero. "Lo digo tajantemente: queremos a los dos (Etoo y Ronaldinho) la próxima temporada y muchos años más", aseguró el presidente. La versión no oficial señala que el club aceptaría de buen grado una oferta ajustada para vender al goleador.

Ronaldinho: seguirá con el mismo contrato

La situación del crack brasileño ha sufrido un frenazo espectacular: Laporta anunció que Ronaldinho seguirá en el Barça, pero con el mismo contrato, que expira en 2010. El viejo anhelo de ampliar el compromiso hasta 2014 queda así aparcado sine die, lo que reabre la posibilidad de que Roberto de Assis -hermano y agente del crack- flirtee con otros clubes.

Frank Rijkaard: confirmado y a la espera

En las horas previas a la comparecencia de Laporta la continuidad del entrenador estaba en tela de juicio. Varios medios reflejaron la preocupación de la junta ante la posibilidad de que se marche. El presidente ratificó que Rijkaard seguirá "con la máxima motivación", si bien permanecerá a la espera de que se resuelva el duelo de egos establecido por Samuel Etoo ante Ronaldinho, algo de difícil solución.