El AEK sueña con un pase que ya tiene seguro el Milán

Champions League, Jornada 5 | AEK Atenas 1 - Milán 0

El AEK sueña con un pase que ya tiene seguro el Milán

El AEK sueña con un pase que ya tiene seguro el Milán

AP

El AEK de Atenas, que endosó la primera derrota europea al Milán (1-0), se permite soñar con el pase a los octavos de final de la Liga de Campeones, donde ya está matemáticamente el equipo milanista

Al Milán le bastaba el empate para estar ya matemáticamente en los octavos de final, mientras que el AEK precisaba del triunfo para contar con alguna opción de jugarse su pase en la última jornada. Al final, llegó la victoria griega, pero el empate entre el Lille y el Anderlecht (los otros dos del Grupo H) le salvó al Milán.

Y es que el Milán prosigue con su negativa racha de resultados (un empate y tres derrotas en campeonato italiano) y de mala suerte en el remate y de lesiones.

Así, a las notables ausencias por lesión con que viajó, el Milán unió en la fase de calentamiento previa al partido la del defensa Simic, que con un fuerte dolor en el pecho tuvo que ser relevado por el joven centrocampista francés Gourcuff. Ello obligó a retrasar a Brocchi a la retaguardia.

Pese a la insólita línea defensiva, el Milán apareció esperanzador: mandón y mostrándose como un equipo más parecido al que domina su grupo en Europa que al conjunto gris que tantos apuros pasa, y críticas recibe, en el campeonato italiano.

Así, ante un AEK del técnico español Lorenzo Serra Ferrer que inició algo reservón, el conjunto milanés con toque, posesión del balón y movilidad, dispuso pronto de buenas ocasiones de marcar. No fructificaron por la buena actuación del meta italiano Sorrentino, que defiende la portería del conjunto griego, y la falta de tino de Filippo Inzaghi.

No en vano, Sorrentino, tras una buena intervención a disparo lejano del brasileño Ricardo Oliveira (m.6), fue providencial cuando le ganó tres "manos a manos" a Filippo Inzaghi (m.9, 16 y 21): las dos primeras bien es verdad ayudadas por el poco acierto del milanista, pero en la tercera evidenciando excelentes reflejos.

Pagaría caro a la media hora el Milán la poca puntería de Inzaghi. En el minuto 32, encajó el 1-0 en saque directo de falta a cargo del brasileño Julio César. Una acción en la que el meta milanista Dida no estuvo entonado ya que fue a tapar el lado teóricamente cubierto por la barrera y dejó libre el suyo, por donde entró el balón.

Pese al "mazazo" del gol, el Milán intentó reaccionar y siguió buscando la meta del AEK. Pero el equipo griego, ya más cauto, supo llegar al descanso sin conceder buenas ocasiones de gol a su rival.

La "noche negra" en el remate de Inzaghi se acentuó en el minuto 53, cuando envió un remate al poste derecho de la meta local. El Milán había salido rabioso en busca de la igualada. Poco a poco, el conjunto milanés fue acusando el esfuerzo físico y perdió fuelle tanto físico como mental.

Lo aprovechó el AEK para administrar mejor su favorable resultado e, incluso, estuvo muy cerca de aumentar su ventaja en dos ocasiones a la hora de juego. La primera, en error de Dida que no bloqueó el balón, la desaprovechó Liberopoulos (m.61); la segunda, evitada por el meta brasileño con una gran estirada a remate "pícaro" de Julio César (m.62) que se cantaba como gol.

La estirada de Dida le provocó un problema en el muslo derecho del que tuvo que ser atendido unos minutos y, pese a proseguir sobre el terreno, provocó poco después su cambio. Por entonces, Borriello ya había relevado a un desapercibido Oliveira.

Poco más aconteció, pues el AEK se bastó y sobró para controlar sin gran sobresalto un triunfo importantísimo, pues le abre opciones de pasar a los octavos al ser ya segundo del grupo. El Milán terminó con la cabeza baja por el resultado, pero alta por la clasificación por vía francesa; pero el equipo parece roto físicamente y bajo de moral.