El presidente del Benfica, Luis Filipe Vieira, le había leído la cartilla a sus jugadores acusándoles ante los medios de comunicación de hacer el ridículo, mensaje que supieron interpretar los hombres de Fernando Santos que pasaron por encima de un flojo Copenhague que no demostró nada hoy en el estadio de La Luz.

Santos apostó por su clásico 4-4-2 con la novedad del brasileño Léo por Miguelito en la banda izquierda y con la presencia de Nuno Assis en el centro del campo, cerrándole el camino al griego Karagounis, planteamiento que le sirvió para vencer la débil resistencia del Copenhague.

Los portugueses salieron con ganas de resolver rápidamente el partido y de demostrar la diferencia de peso entre los dos clubes, lo que dejaron claro a los pocos minutos gracias a las penetraciones por las bandas de Léo y Nélson y, sobre todo, a la calidad que demostró la pareja de ataque formada por Miccoli y Nuno Gomes.

El brasileño Leo abrió el marcador en el minuto 13 tras rematar dentro del área a pase del griego Katsouranis, después de una incursión por la banda izquierda de Simao Sabrosa.

El italiano Micolli hizo el 2-0 dos minutos después, en el 15, cuando todavía no había reaccionado la defensa escandinava, resultado que por lo visto hasta el momento dejaba sentenciado ya prácticamente el choque.

El pequeño delantero se dio la vuelta en el borde del área a pase de Nuno Gomes en una rápida jugada iniciada desde la defensa lisboeta.

Los jugadores portugueses no pararon en su acoso a la portería de Christiansen y en el minuto 25 de nuevo el italiano estuvo a punto de marcar el que hubiese sido 3-0, que también estuvo cerca de subir al marcado en el 29 en un contraataque dirigido por Nuno Gomes.

Micolli se aprovechó en el minuto 36 del total desconcierto de la defensa del Copenhague para marcar a puerta vacía tras recoger un rechace de Christiansen al potente derechazo que le mandó Nuno Gomes desde fuera del área.

El partido, a falta de toda la segunda mitad, quedó decidido con un Copenhague que seguía inoperante y sin saber qué hacer para detener lo que se le venía encima.

Ligera mejora de los daneses

La segunda mitad tomó un rumbo algo diferente con un Copenhague mejor colocado en defensa y con el Benfica con el pie del acelerador levantado, aunque el único equipo que daba sensación de poder marcar era la escuadra portuguesa.

Santos se permitió en los últimos minutos hacer un carrusel de cambios que no favoreció el juego del Benfica, cuyos jugadores ya daban por ganado el partido.

El Copenhague apretó en los últimos minutos y fruto del acoso a la portería de Quim llegó el gol del honor en el minuto 89 obra de Allback, cuando ya los portugueses esperaban el momento de irse a los vestuarios.

El Benfica deberá ganar ahora en la última jornada al Manchester United en tierras inglesas para asegurarse un puesto en octavos de final de la Liga de Campeones, tras la victoria del Celtic hoy en el choque entre las dos escuadras británicas.