Los visitantes, gracias a un gol con la pierna mala de Quaresma en el minuto dos, obligaron al equipo local a llevar la iniciativa, justo a lo que no está acostumbrado el CSKA.

Cuando los jugadores aún no habían empezado a sudar el ex barcelonista Quaresma aprovechó un pase al hueco de Lisandro López desde su banda derecha para batir a un desahuciado Akinféev (0-1, m.2).

El campeón ruso ya no pudo recuperarse del golpe, únicamente disparó una vez tiró a la portería de Helton, mientras que los hombres de Jesualdo Ferreira dispusieron de hasta cuatro ocasiones claras.

Tras un saque de esquina, Alves recibió el balón junto al poste izquierdo de la portería del guardameta internacional ruso, pero no acertó a introducirlo en la portería (m.13).

El siguiente ataque del Oporto también pudo ser mortal, pero Akinfeev demostró sus reflejos al rechazar un disparo cruzado de Hélder Postiga (m.14).

El Oporto, con la estrategia muy clara

Durante la primera parte el Oporto ofreció un fútbol incisivo, con rápidas triangulaciones y salidas al contraataque, lo que le permitió apagar el ímpetu ofensivo de Carvalho y compañía a costa de crear una superioridad numérica en el centro del campo.

En uno de sus enésimos contraataques el Oporto desaprovechó otra clarísima ocasión, cuando Lisandro López cabeceó a placer en el corazón del área pero el esférico fue a parar a los manos del meta ruso (m.33).

El portero del CSKA tuvo una nueva ocasión de exhibir su clase tras un lanzamiento de Postiga desde fuera del área, que varío su trayectoria en el último suspiro (m.35).

En la segunda mitad el CSKA emprendió un asedio del área de Helton, pero le faltaron ideas y frescura, por lo que la zaga del Oporto neutralizó con facilidad todos los ataques del club del Ejército ruso.

Quizás la única oportunidad de igualar el marcador, la tuvo el CSKA en un saque de falta directa, pero el potente zurdazo del internacional brasileño Daniel Carvalho desde unos 20 metros, que fue rechazado por el meta del Oporto (m.55).

El segundo gol, que enterró las esperanzas del CSKA de salvar el partido, fue una obra antológica del Oporto.

Quaresma centró con el exterior desde la banda derecha, Postiga dejó de cabeza al borde del área para que el argentino Lucho González se sacara de la manga un disparo seco y pegado al poste, que hizo inútil la estirada del portero local (0-2, m.61).

Tras ese gol, el CSKA se hundió definitivamente y no logró poner en serio peligro a Helton, que pasó desapercibido durante la práctica totalidad del partido.

Ahora, el CSKA, que pagó esta noche la euforia del campeonato de liga conseguido el pasado fin de semana en la remota Vladivostok, está obligado a ganar en la última jornada en su visita al desahuciado Hamburgo.