El conjunto turco, dirigido por Eric Gerets, encaró el encuentro motivado por la necesitad de sumar puntos y seguir con opciones de pasar a la siguiente ronda como segundo del grupo C, en el que hasta hoy era tercero con un sólo punto y a seis del Liverpool y del PSV, primero y segundo respectivamente empatados a siete puntos.

Durante la primera mitad, el Galatasaray mostró una mayor organización en el centro del campo, lo que le valió crear un mayor número de ocasiones respecto a su rival. Apenas cuatro minutos después del pitido inicial, Sabri creó la primera acción peligrosa del encuentro con un disparo de falta que consigue parar el meta brasileño Gomes.

A partir de ahí, los turcos acecharon con mayor asiduidad la portería del conjunto holandés. Los de Ronald Koeman basaron su juego en un esquema defensivo, aunque contaron con la referencia en ataque del delantero peruano Jefferson Farfán, que aprovechó cada asistencia para poner en apuros la meta defendida por el colombiano Farid Mondragón.

Tras la reanudación, el PSV mostró una cara más combativa que durante los primeros cuarenta y cinco minutos con la entrada del delantero australiano Jason Culina por el defensa holandés Krompkamp. Esa presión en las labores ofensivas quebró la defensa turca y permitió al conjunto holandés adelantarse en el marcador con un gol del centrocampista belga Timmy Simons (m.59).

A partir de entonces, el Galatasaray acusó la ausencia de Tomas, expulsado en la primera mitad, y, desmoralizado con el gol en contra, se mostró inoperante y vio cómo el delantero de Costa de Marfil Arouna Koné sentenció la eliminatoria y dio la victoria al PSV, a falta de seis minutos para el final.