El triunfo permite además a los suecos cerrar una semana crítica, marcada por la expulsión por indisciplina de la concentración de tres de sus estrellas, Ibrahimovic, Wilhelmsson y Mellberg.
No se había cumplido el primer minuto de juego, cuando Allbaeck aprovechó un error de la defensa rival para marcar.
El tempranero gol y la clara superioridad sueca, asentada en las buenas combinaciones entre Kaellstroem, Elmander y Allbaeck, hacían prever una goleada, pero el equipo de Lars Lagerbaeck no fue capaz de concretar las oportunidades que tuvo.
A los 27 minutos, Mario Frick se inventó una gran jugada personal para hacer el sorpresivo tanto del empate, en la que dejó en evidencia a los centrales suecos, Lucic y Hansson.
El gol dejó tocada a Suecia, que no supo reaccionar en lo que quedó del primer tiempo.
El conjunto local pareció recuperar un poco el ánimo en el arranque de la segunda parte y tuvo alguna oportunidad de Kaellstroem y de Allbaeck.
Pero tuvo que ser de nuevo este último el que aprovechara una dejada en un lanzamiento a balón parado para romper el muro de Liechtenstein y demostrar de nuevo su fiabilidad como goleador.
En el tramo final, Rosenberg estuvo listo para aprovechar de cabeza el rechace de Jehle a un penalti lanzado por Ljungberg.