La jueza Milagros Aparicio, titular del Juzgado de Primera Instancia número 47 de Madrid, decidió ayer frenar cautelarmente la recogida de votos por correo en las elecciones a la presidencia del Madrid. La petición de medidas cautelares la había solicitado la semana pasada Ramón Calderón y, en el auto que dictó ayer la jueza, ordenaba dos medidas. La primera: "La abstención de todas las candidaturas proclamadas de continuar con la captación física de votos y de su envío al Real Madrid a través de Correos ni por ningún otro medio en tanto no se doten por la Junta Electoral de garantías efectivas de dicho procedimiento".
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La segunda medida es la siguiente: "Dar publicidad al auto (...) haciendo mención expresa de lo siguiente: 'Para general conocimiento de los socios del Real Madrid y en particular para que los socios que habiendo usado su derecho al voto por correo puedan, si lo estiman conveniente, votar presencialmente, derecho recogido en los Estatutos y Normas Electorales".
Esto no impide a los socios votar por correo: quienes lo deseen pueden hacerlo hasta el viernes a través de cualquier oficina de Correos. Lo que sí se prohíbe es que sean las propias candidaturas las que hagan llegar las papeletas al club. Los votos que se recogieron hasta las 10:00 horas de ayer en el Bernabéu son válidos. El Madrid, mientras, anunció ayer en un comunicado en su web oficial que hoy presentará un recurso de apelación.
Ramón Calderón: "Querían comprarse la presidencia"
Como socio del Real Madrid, les aseguro que es para mí un día grande. Se ha demostrado que alguien, por pequeño que sea, y aunque luche contra los más poderosos, puede cumplir sus objetivos. Fui el único que presentó la demanda. El resto de candidatos demostró que tiene unas convicciones democráticas nulas. Se quiso comprar al árbitro del partido, pero ahora el presidente será el que los socios elijan de forma libre, secreta y voluntaria. Soy el único que ha demostrado querer a este club. El primero que se desmarcó fue Villar Mir, de manera sospechosa. Algo estaría ocultando. Luego los otros tres. Me alegro, porque ahora se ve quién es cada cual. Algunos querían comprarse la presidencia del Madrid. Ahora soy yo el que tiene más opciones que el resto. Quiero que el palco sea de los socios. No sé cuántos votos tenía yo recogidos hasta este momento, pero me da igual, no me importa. Estoy aquí por romanticismo. Es una locura, pero maravillosa. El procedimiento que teníamos no era propio ni de una república bananera. Los miembros de la Junta Electoral deberían dimitir".
