Partido clave en el estadio de Nuremberg entre las dos selecciones del grupo F que aún no han sumado un punto. Sobre el papel el equipo de Zico llegaba al partido con una mayor motivación después del gran partido ante Brasil. Los japoneses después del duro partido ante Australia y las críticas hacia su juego necesitaban los tres puntos para mantener las esperanzas de pasar.

Así las cosas el partido en los primeros 45 minutos fue un duelo táctico, en el que ninguno de los dos equipos remataba con claridad. En Japón únicamente Nakamura sobresalía sobremanera de los demás compañeros. El medio zurdo daba oxígeno a su equipo con internadas y disparos que salían fuera. Buen jugador que además centra de maravilla, lástima que sus compañeros no tengan pegada.

En Croacia hay un nombre por encima de los demás, Kranjcar. Jugador sutil, de toque, con una visión de juego e inteligencia muy superior a los 22 jugadores que habían en el campo. De él salieron las mejores ocasiones del conjunto croata. Primero con un gran control orientado con remate al larguero, una gran jugada que en la repetición impresionaba aún más. Más tarde, con su exquisita visión de juego se inventó un pase al hueco que Klasnic no supo rematar.

En el minuto 20, penalti de Miyamoto. El jugador nipón peca de inocente y le regala el balón al correoso Prso que cae derribado por el propio Miyamoto. El penalti lo lanza Srna y lo para Kawaguchi. Gran parada del japonés que adivinó la intención del croata.

Ambos equipos parecían atenazados de cara al gol, saben que este era su partido clave. Un gol a favor era la vida, en contra la muerte en el Mundial.

De ahí al final de la primera parte mucha presión croata a la salida de balón nipón y oportunidades de Nakata y Prso, sin más.

Despropósito en la segunda parte

La segunda parte comienza con una clara ocasión de Yanagisawa, quién después de una gran pared entre Nakahara y Nakamura, falla incomprensiblemente sin portero. Quizás en esta jugada se defina el resultado del partido. Los jugadores japoneses han mejorado mucho, tienen una técnica mucho más depurada, pero les falta pegada, intención para medirse a las demás selecciones.

Croacia disponía de las mejores ocasiones por medio de Klasnic, quien tomó la batuta del equipo tras el gran bajón de la estrella de la primera parte Kranjcar. Si este jugador fuera más regular, se convertiría en una de las estrellas del Mundial. El mediapunta saldría sustituído por Olic en el minuto 77.

El partido se convirtió en un correcalles sin dueño, los croatas tenían las mejores ocasiones y no conseguían meter ni un gol. Mal día para el fútbol y para los aficionados que hayan asistido al estadio.

El partido concluyó con el empate a 0 que no le sirve a ninguno de los dos equipos. Japón y Croacia tendrán que ganar el último partido y depender de los resultados de los otros equipos. Lo dicho mucho tienen que mejorar para conseguir algo importante.