El Lleida mostrará sus quejas a la Federación Española de Fútbol y a la Liga de Fútbol Profesional por el trato recibido por su presidente, Miquel Pons, durante el encuentro que enfrentó a su equipo con el Lorca el domingo pasado en el estadio Francisco Artés. El dirigente del club catalán se queja de haber tenido que soportar los insultos y las burlas del alcalde de Lorca, Miguel Navarro: "Nunca había visto algo similar. Fue desagradable. Recibimos una humillación. Nada más llegar, sin casi conocerme, dijo que éramos muy malos y que lo teníamos fatal para salvar la categoría. Luego, ya una vez en el palco, no paraba de decirme que el Castellón estaba ganando su partido y seguía burlándose de mi equipo. Quería que nos dejáramos perder".

Pero lo gordo, siempre según la versión de Miquel Pons, llegó cuando el colegiado andaluz Paradas Romero señaló el final del encuentro y se confirmó la victoria del cuadro ilerdense. "Mientras salía del palco, me mandó a un sitio que no diré por educación, pero que todo el mundo sabe. Incentivó a la gente, quienes me golpearon, me dieron alguna patada y me empujaron. Suerte que no pasó nada más", afirma el presidente del Lleida, quien, sin embargo destaca la educación de su homólogo en el Lorca, Antonio Baños: "Se disculpó por la actuación del alcalde y estuvo correcto". Pons quiere "agradecerle el trato" y se muestra confiado en que su equipo "mantendrá la categoría. Con el 1-0 me vi en Segunda B, pero dimos una lección de casta".

Xavi Moro, en lugar de Alves

No le ha durado mucho la titularidad a Alex Alves, que fue sustituido durante la segunda parte del encuentro que el Lorca disputó ante el Lleida y volverá a la suplencia frente al Levante. Emery, el técnico del conjunto lorquino tiene muy claro quiénes le han dado mayor rendimiento en la presente campaña y volverá a contar con ellos. Es el caso de Xavi Moro.