No le quedaba otra. El Arsenal, cada vez más lejos de los puestos europeos, se jugaba buena parte de la temporada en su visita a Anfield y lo hacía sin muchos de sus futbolistas titulares, gente importante como la sensación de la temporada, Robbie Van Persie, Dennis Bergkamp o Reyes.
El Liverpool presentaba una de las mejores alineaciones que Benítez puede conformar, con Morientes y Fowler en punta, Xavi Alonso, Kewell y Gerrard en la medular y la defensa titular liderada por Hyypia y Carragher. No parecía, desde luego, asunto fácil para los de Arsene Wenger, débiles atrás y confiados únicamente en alguna genialidad de Thierry Henry en ataque.
La teórica superioridad del Liverpool, por calidad y momento de forma, no se puso de manifiesto de inmediato; apenas ocurrió nada, apenas hubo juego en los primeros quince minutos, ninguna señal que pudiera indicar las intenciones de uno y otro equipo.
Poco o poco los "reds" le fueron comiendo terreno al Arsenal, primero, con un disparo del australiano Harry Kewell, cada vez más afianzado en el once de Benítez, más tarde con otro de Riise y al borde de la media hora, con un penalti muy dudoso de Eboué a Morientes. Parecía el principio de fin del Arsenal, pero Gerrard no supo como superar desde los once metros a Lehmann, que ya venía de salvar a su equipo con una espectacular parada a un cabezazo involuntario de su compañero Senderos.
Lehmann estaba inspirado, así que el dominio del Liverpool se quedó sin recompensa. Sin embargo, por delante, los "cañoneros" no tenían la misma inspiración que el guardameta alemán y su colega Dudek apenas intervino en la primera mitad. Sólo Cesc, siempre participativo y aplicado, destacó sobre el resto del grupo de Highbury.
Providencial Luis García
Wenger puso en juego a Ljunberg en busca de mayor profundidad, pero el que salió a por todas tras el descanso fue el Liverpool, con Gerrard entregado y Kewell, Morientes y Fowler empujando y tirando desmarques muy cerca del area.
Encontraron oportunidades los delanteros del Liverpool, pero siempre se toparon con Lehmann, que se erigió en el salvador del Arsenal, en el mejor jugador del encuentro. Sólo una jugada aislada de Thierry Henry pudo haber cambiado el guión de los de Londres, incapaces de generar ningún tipo de peligro.
El Liverpool se volcó al ataque y adelantó todas sus líneas en busca de la victoria. El Arsenal poco pudo hacer al respecto. Además, Benítez puso en juego a Cisse, Hamman y Luis García y entre los dos últimos llegó el gol de la victoria; tremendo disparo del alemán que no puede sujetar Lehmann y el ex del Barça, oportunista como de costumbre, no dejó pasar el rechace que le da tres puntos de oro a los "reds" y deja al Arsenal sumido en una crisis que no se recuerda desde la llegada de Arsene Wenger a Highbury.
