El pasado 4 de enero, Antonio Cassano daba su primera conferencia de prensa como jugador madridista. Era un recién llegado, pero conocía perfectamente el delicado estado de salud del presidente de honor, Alfredo Di Stéfano. Cassano tuvo unas primeras palabras de cariño para La Saeta Rubia, incluida una promesa que le honró y tiró por tierra ese prototipo de hombre frío que trajo en su maleta: "Por supuesto. Cuando marque mi primer gol con la camiseta del Real Madrid en mi cabeza estará Alfredo Di Stéfano".

Catorce días después, Cassano marcó su primer gol como madridista ante el Betis y su dedicatoria se marchó directamente al Hospital de La Fe, donde estaba ingresado Di Stéfano. Nada más concluir el encuentro, el delantero italiano transmitió a algunos miembros del club este mensaje: "La dedicatoria de mi gol es para Di Stéfano. Hacédsela llegar, por favor". Il Talentino no se había olvidado de su promesa y la cumplió. Di Stéfano, que ayer dejó el hospital y ya está en casa, conocerá hoy de primera mano esta dedicatoria.

Cassano, nada más marcar, se acordó de La Saeta y también de Zidane. En el minuto 64 se marchó como un rayo al banquillo a abrazarse con el francés. "¿Por qué?", nos preguntamos todos. Pues la respuesta se la puede adelantar AS. Zizou y el italiano estaban sentados juntos en el banquillo del Ruiz de Lopera y cuando Cassano iba a saltar al campo, el marsellés le dijo: "Antonio, vas a marcar un gol". Dicho y hecho. El francés profetizó que lograría un tanto y el italiano se lo quiso agradecer con ese abrazo en la dedicatoria.

Cassano fue ayer el centro de atención en el entrenamiento vespertino. Su salida al césped fue recibida por gritos de "Bravo Antonio" del público asistente. Incluso el italiano tuvo que explicar la jugada de su gol e intentar justificar que no hizo falta, lo que provocó la risa de sus compañeros.