Llevaba años intentándolo sin suerte pero, al final, Guillermo Franco cumplirá su "sueño de toda la vida, jugar en Europa". Llevará el 99 a la espalda en la Champions -en Liga todavía no está decidido- y llega con la misma cautela y humildad con la que ha convivido durante los años. "Yo no vengo para ser el salvador de nada", dijo ayer.
Precisamente la cautela ha sido la tónica que ha guiado el segundo refuerzo en el mercado de invierno en el Villarreal. Primero, el club negó las negociaciones hasta que el entrenador de Monterrey las confirmó y, una vez fichado, siguió sin dar validez a la noticia a pesar de que en México ya le despedían.
Ayer, explicó que llega a Vila-Real "para sumar en un equipo que hace las cosas muy bien. Hay que seguir trabajando porque, a veces, se dan estos bajones, pero uno no debe desesperarse y más sabiendo que el año pasado la segunda vuelta fue muy buena", recordó el atacante argentino, que tiene pasaporte mexicano.
Para Guillermo Franco, de 29 años, este fichaje es "el paso más importante" de su carrera. Es por eso que aterriza en El Madrigal con la ilusión de un principiante. "Estoy agradecido con Dios y con el club porque confía en mí y ahora espero hacer las cosas bien para rendir al máximo para devolver la confianza que han depositado contratándome".
Lucirá el número 99 en su camiseta
Sobre la particularidad del dorsal que va a llevar en su espalda al menos durante los partidos de la Liga de Campeones -portará el número 99- el internacional mexicano explicó lo siguiente: "Lo de llevar el 99 fue una idea que se le ocurrió al presidente y, como acabo de llegar al club, no discutiré con él", bromeó. La última incorporación en este mercado invernal comenzará a ejercitarse desde hoy mismo junto a sus nuevos compañeros y empezará rápidamente a entrar en los planes de Manuel Pellegrini, su gran valedor para que haya aterrizado en España, y técnico con el que ya coincidió durante su etapa en el San Lorenzo de Almagro argentino.
"Espero que mejore lo que hay"
Uno de los jugadores con los que Guillermo Franco tendrá que rivalizar desde ya por hacerse con un puesto de titular en el ataque del conjunto de El Madrigal es José Mari. El punta sevillano dio ayer la bienvenida al que va a ser su nuevo compañero de equipo. "No lo conozco muy bien. Espero que venga para mejorar lo que hay. Le deseo toda la suerte del mundo", comentó. El futbolista sudamericano deberá competir con Guayre, Forlán y el propio José Mari por hacerse con un puesto en el once titular. "El encargado de elegir es el entrenador. Yo daré todo para que mi nivel sea alto; como hasta ahora. Siempre que viene un compañero, lo hace para ayudar al equipo y eso es positivo, así que es bienvenido".
Por otra parte, el ex jugador del Milán también se quiso acordar de la reciente salida del que ha sido compañero suyo durante este último año, Lucho Figueroa, que ya hizo las maletas rumbo a River. "No me ha sorprendido su marcha, porque en las últimas semanas ya se estaba hablando del tema. Si todas las partes están contentas con la operación, me parece perfecto. Se va un grandísimo jugador y una excelente persona", ensalzó José Mari.
Tacchinardi completó la sesión y podría estar listo
Alessio Tacchinardi se ejercitó ayer, por primera vez en el último mes, junto al resto de sus compañeros. El italiano, una vez superados los problemas musculares que le han apartado casi cuatro semanas de los terrenos de juego, completó la sesión de entrenamiento y podría estar listo para recibir a Osasuna. En principio, la pareja de mediocentros titular va a seguir siendo la formada por Josico y Marcos Senna. Sin embargo, el regreso de Tacchinardi servirá para que Pellegrini pueda ir rotando.
