Sólo faltó la puntería

Primera | Valencia 1- Racing 1

Sólo faltó la puntería

Sólo faltó la puntería

REUTERS

Tardó mucho el Valencia en encarrilar el juego. La apuesta inicial de Quique Sánchez Flores no terminaba de ajustarse, y eso que, para ayudar, apareció la pierna izquierda de Albelda que inauguró el marcador del partido con un auténtico golazo.

Buenas y malas sensaciones giraban en torno al seno valencianista en la última semana. Por un lado, la buena imagen mostrada en el Bernabéu; por otro, la debacle ante el Sevilla en Mestalla que tuvo un protagonista fundamental, la falta de puntería.

Quique intentó que el fantasma del gol no apareciera, y para ello colocó de inicio en la punta de ataque a Villa y Kluivert, con Aimar por detrás de ellos haciendo de enganche. Y tardó en cuajar el equipo, pero cuando apareció, el Valencia fue un torbellino sobre la portería del Racing. Se convirtió en un equipo capaz de tener hasta siete ocasiones claras de gol en apenas 30 minutos.

Y llegó, a los doce minutos de la primera parte, cuando el partido estaba muy igualado, Albelda recogió un rechace de la defensa santanderina, a unos diez metros de la frontal del área y, sin botar, con la zurda, el valenciano colocó el balón en la mismísima escuadra derecha de la portería defendida por Aouate.

Cuando mejor lo estaba haciendo el conjunto valencianista llegó el gol del empate del Racing que, aunque nunca le perdió la cara al encuentro, se vió superado por el Valencia de Quique Sánchez Flores. Aganzo recibió un balón de Melo, al borde del área pequeña, y éste sólo tuvo que empujarla para poner la igualada en el marcador.

El cambio

La primera parte terminó siendo muy igualada, nada que ver con la segunda, en la que se pudo ver a un Valencia renovado. Y no por los cambios, que los hubo, y mejoraron al Valencia, sino porque el equipo comenzó a tirar sobre la portería rival, algo que parecía que había olvidado en los últimos minutos. Cuando lo descubrió, una tromba de ocasiones surgieron sobre la portería santanderina.

Aunque, bien es cierto, que para aquel momento, el Racing ya jugaba con diez hombres, por la expulsión de Melo, por roja directa, en el minuto 63, todos lo intentaron. Con diez fue más fácil. Fabio Aurelio, Moretti, Angunlo, Vicente al palo... Un auténtico aluvión que no tuvo la recompensa del segundo tanto en el marcador.