Paulo César Wanchope (31-7-76, Heredia) y Marcio Amoroso (5-7-74, Brasilia) han puesto patas arriba Málaga en apenas dos meses. Los seis goles que han marcado entre ambos en nueve jornadas han despejado de un plumazo la incertidumbre con la que el entorno acogió sus fichajes. Wanchope, machacado por sus operaciones en ambas rodillas, dejó el Manchester City oscurecido por el brillo de Anelka. Mi ciclo allí había acabado, sentenció nada más aterrizar. La contratación de Amoroso incluía un plus de peligrosidad. El brasileño llevaba un año en blanco y se entrenaba en solitario en Teresópolis al dictado de Nivaldo Baldo, su fisioterapeuta personal. Pensé en dejarlo todo, admite Amoroso, que fue rechazado por el Celtic antes del verano. Martin ONeill no reparó en su currículo. Primer pichichi brasileño de la Bundesliga antes de las apariciones de Elber y Ailton y único carioca que ha sido máximo goleador en Italia. En el Udinese, Amoroso llegó adonde Careca o Ronaldo, por ejemplo, no pudieron en Nápoles e Inter.
Málaga es su último trampolín. Wanchope, por el que Floro y Aguirre también pujaron en verano, tiene un país detrás. Es emocionante que vengan desde tan lejos a verme, explica el delantero, empeñado en repetir el milagro de 2002 y llevar a Costa Rica al Mundial de Alemania. El mismo objetivo de Amoroso, que confía en su amistad con Zagallo (en el cuerpo técnico de Parreira) para quitarse su última espina. Él no repara en la competencia de Kaká, Ronaldinho, Ronaldo, Adriano, Oliveira o Luis Fabiano: Si hago grandes partidos, por ejemplo ante el Madrid, tengo opciones. Manzano es feliz. Ha encontrado una delantera complementaria. Amoroso se descuelga al centro del campo, asiste y llega. Wanchope es el pánzer, casi un clon de Dely que, además, ha calado en la afición, que en su primer gran día ante el Numancia encontró el ídolo que perdió el día que se fue Darío. Además, son ambiciosos. Amoroso y yo no somos menos que Raúl y Ronaldo. Wanchope dispara a matar.
El padre de 'Chope' verá el choque desde la grada
Vicente Wanchope, padre de Paulo César, ha cruzado el charco para ver jugar in situ a su hijo ante el Real Madrid. Costa Rica se parará a la hora del partido. 22 ticos han llegado a Málaga para ver a su ídolo. Ayer ya estuvieron en el entrenamiento, aunque Wanchope ya los había visitado en el hotel de Torremolinos donde se alojan desde que aterrizaron. El partido se verá en directo por televisión en Costa Rica a través del Canal 11 y Radio Columbia también estará en La Rosaleda. Hasta el gerente de la tienda de Wanchope (Chopestore) está en Málaga.
