Cuando Samuel Etoo llegó a los equipos inferiores del Real Madrid creyó que había tocado el cielo con las manos. Nunca imaginó este camerunés nacido en Nkon que su destino deportivo estaría en las filas del enemigo deportivo número uno de los blancos. La vida lo ha llevado hasta el Camp Nou tras una parada prescindible en el Espanyol y un exitosa estadía en el Mallorca, todo en una carrera salpimentada por la polémica.

Etoo no es un chico fácil. Puede dar cuenta de ello Miguel Brindisi, que cuando dirigía al Espanyol escuchó al camerunés soltar esta frase, de regreso de un entrenamiento: Yo en este club de mierda no me quedo. También saben de sus cuitas los responsables del Madrid, que le dieron una tarjeta de crédito para que comprara lo necesario tras llegar al Bernabéu... y vieron cómo Etoo se había gastado alrededor de un millón de pesetas en una tarde. No será por eso que Florentino Pérez se lo ha puesto tan difícil para dejarle vestir de azulgrana, sino por el recuerdo de su última visita al Bernabéu en la Liga, que habrá pesado lo suyo. El chico que quiso ser galáctico prepara su venganza.