El Eibar establecerá medidas extraordinarias de seguridad en el campo de Ipurúa ante la visita del Real Madrid el próximo miércoles en partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey.
El club guipuzcoano reforzará la seguridad privada de forma sustancial, además de incrementar el número de personal para atender a los 5.000 espectadores que llenarán el pequeño estadio eibarrés, en un encuentro que ha convulsionado la localidad armera, de 28.000 habitantes.
Paralelamente, la Policía vasca multiplicará de forma importante su presencia en Ipurúa, donde incluso esta misma tarde se efectuará un simulacro de desalojo para prever cualquier incidente, dado la aglomeración de aficionados que se espera en sus inmediaciones.
Aunque la afición eibarresa se ha significado desde siempre por su absoluta deportividad, y pese a que no parece que hasta Ipurúa vayan a llegar grupos de seguidores radicales del Real Madrid, la expectación generada por la histórica visita de los "galácticos" ha llevado a los rectores de la entidad azulgrana a intentar atar todos los cabos de cara a la organización del envite.
Cortes de circulación
La Policía Municipal de Eibar movilizará incluso a la gran mayoría de sus integrantes para procurar solventar los graves problemas circulatorios que tradicionalmente afectan al municipio, en el que se cerrará al tráfico la calle de acceso al recinto donde se disputará el encuentro. "Queremos tenerlo todo previsto y que la cita sea una fiesta", ha manifestado el presidente, Jaime Barriuso, en la nueva sala de prensa habilitada de forma urgente para poder dar cabida a los alrededor de 110 periodistas acreditados hasta ahora para cubrir el mayor acontecimiento deportivo en la historia de la localidad eibarresa.
Aunque no se colocará el cartel de 'No hay billetes', porque finalmente se ha decidido no sacar a la venta los dos centenares de entradas no retiradas por los socios o devueltas por el Real Madrid, el encargado de coordinación del club guipuzcoano para este partido, Patxi Mutiloa, ha recalcado que "técnicamente está todo vendido", ya que se ha estimado conveniente dejar algunos asientos libres por motivos de seguridad. Ello le reportará al Eibar unos ingresos de 240.000 euros, lo que supone la mayor taquilla de su historia y que le permitirá cuadrar sus números al final de la temporada.
