El ex alcalde de Marbella, Jesús Gil, ha dicho que la querella de Anticorrupción contra él y otras 34 personas relacionadas con el GIL "será el planchazo más grande de su historia" y precisó que "por deber dinero a la Seguridad Social y a Hacienda, se le da la vuelta y parece que hubiera sido un robo".
Gil, que declaró en los juzgados de Marbella por cinco presuntos delitos urbanísticos, indicó a los periodistas tras su comparecencia que el Ayuntamiento que preside su grupo ha pagado 54 millones de euros a estos organismos públicos en los últimos diez años y que mensualmente le retienen más de 1,2 millones de euros de las transferencias del Estado, y "por eso nadie va a la cárcel", matizó.
"Deberás más, deberás menos, pero es cierto que las cuentas están ahí", sostuvo el presidente del Grupo Independiente Liberal (GIL), y añadió que ha supervisado "de arriba abajo" el informe fiscalizador del Tribunal de Cuentas y "lo único pendiente por resolver son 600 millones de pesetas de los 61.000 millones que decían".
Explicó que esa cantidad ha sido avalada con bienes en depósito y que se refería a los sueldos de los concejales y a las obras de la comunidad terapéutica Hacienda de Toros. El abogado municipal también aludió a este tema en rueda de prensa y aseguró que la querella de Anticorrupción "es más publicitaria que real", que imputa "masivamente" a 35 personas con el objetivo de "impactar" y que "en su día, será archivada".