Unos 5.000 seguidores del Inter de Milán, entre ellos unos quinientos aficionados radicales, se desplazarán este martes a Barcelona para presenciar el encuentro ante el equipo español, un partido declarado de "alto riesgo".

Según ha informado Eladio Jareño, portavoz de la Delegación del Gobierno en Cataluña, la afición interista no se caracteriza por su carácter agresivo, aunque sí por su costumbre de animar con bengalas, por lo que se extremarán las medidas de seguridad para impedir la introducción de elementos pirotécnicos.

La gran mayoría de los seguidores italianos, que serán ubicados en la tercera gradería de los goles norte y sur del estadio barcelonista, serán trasladados al Camp Nou casi tres horas antes del inicio del encuentro y retornarán inmediatamente después.

Con los seguidores transalpinos viajarán un grupo de policías italianos en tareas de coordinación y para recabar todo tipo de información.

En total, el dispositivo estará formado por unas 500 personas, entre ellos 200 policías, además de miembros de seguridad del Barcelona, protección civil y servicios sanitarios.