El guardameta del Bayern Múnich, Oliver Kahn, ha acatado la multa impuesta por haber ido a una discoteca, mientras estaba de baja, aunque ha recordado que "no soy el Papa" y que de vez en cuando sale.

El importe de la sanción es de 10.000 euros, asegura el jugador, en declaraciones que publica este jueves el periódico deportivo "Kicker", saliendo al paso a especulaciones de medios alemanes, en que se hablaba de hasta 50.000 euros.

Kahn dice comprender, además, al técnico del club, Ottmar Hitzfeld, que le impuso la sanción por su salida nocturna, el pasado fin de semana, mientras estaba de baja por lesión muscular.

"El entrenador tiene sus principios y los ha defendido", ha dicho el guardameta.

Kahn dice estar "infinitamente decepcionado" por la eliminación de su equipo de la Liga de Campeones tras el partido contra el Deportivo de La Coruña, encuentro en el que no pudo jugar a causa de la lesión.