Riquelme resuelve el partido

Liga de Campeones | Brujas 0-Barcelona 1

Riquelme resuelve el partido

Riquelme resuelve el partido

REUTERS

Nueva victoria culé en Europa en un encuentro insulso que ha servido para probar a los canteranos.

El Barcelona volvió a dar un golpe de autoridad en Europa al firmar un nuevo triunfo, esta vez ante el flojo Brujas, merced a un gran tanto de Riquelme (0-1), quien con su gol puso un poco de color a un encuentro gris, como el que firmó hace una semana contra el Lokomotiv en el Camp Nou, con el mismo guarismo.

Parecía que el banquillo del Barcelona iba a dar otro disgusto a su afición, pero al final una jugada aislada de Riquelme en el minuto 64 significó una pequeña isla en un inmenso océano de fútbol ramplón, escasamente atrevido y que apostó por la contención antes de enviar un pase desenfrenada hacia la meta rival.

El fútbol fue soporífero, pero la frialdad de la estadística destacará al conjunto catalán como el más regular y contundente en esta liguilla: cinco de cinco, más los dos de la fase previa, siete triunfos consecutivos, todo un récord para el Barcelona en esta competición.

Dominio culé sin fruto

El Barcelona ofreció una imagen muy discreta en el primer tiempo, en el que apenas promovió el juego ofensivo, y el que probó fue infructuoso, ya que apostó por el balón largo, del que Dani y Geovanni escasamente sacaron provecho.

El conjunto barcelonista apostó por la alineación del joven Dani Tortolero en el centro de la defensa, desde donde proyectó un fútbol muy inestable, ya que nunca tuvo más de diez metros de ventaja, debido a la presión que recibió. También estuvo en el once inicial el joven Andrés Iniesta, en función de distribución desde el centro del campo, pero, en la línea del resto de compañeros, el centrocampista ahogó el fútbol en el pase corto y sin proyección.

En este periodo, el Barcelona fue un equipo desencajado, sin autoridad en el centro del campo y sin ideas en la zona de construcción, donde Gerard, Rochemback y Gabri no tuvieron conexión con el argentino Riquelme, perdido en el enganche con la delantera a la que apenas pudo asistir por falta de balones y, sobre todo, por ausencia de movilidad de sus dos compañeros de ataque.

El Brujas, romo en ataque

Si el Barca fue nulo en la ofensiva, el Brujas le fue a la zaga. El conjunto que entrena el noruego Trond Sollied no dio ni una ante un Robert Enke, que salvó un claro gol en el minuto 18, tras un remate de Martens, y otro posterior de Stoica, pero que durante este periodo se mostró bastante inseguro.

Lo más destacado del ataque del Brujas fue un lanzamiento al larguero de Stoica y dos reclamos al árbitro de penalti. En el primero, tras un despeje con el pecho de Puyol, que los locales entendieron que fue con la mano, y en el segundo, cuando Verheyen hizo un 'piscinazo' en una lucha con Fernando Navarro. En la siguiente jugada, el atacante del Brujas agredió con un manotazo en la cara al defensa catalán, cuando ambos perseguían el balón.

Después del disparo de Dani en el minuto 11 de la primera parte, la meta del Brujas no volvió a ver comprometida su suerte hasta la segunda parte. Rochamback en una incursión hasta la línea no encontró una bota barcelonista que empujase el balón al fondo de las malla3. Poco después llegó el gol de Riquelme (0-1, min.64) y el partido recobró la tensión.

El joven Sergio García, en el 73, disparó a placer y el meta belga despejó fuera. Iniesta corrió la misma suerte en el 88, cuando tuvo un uno contra uno ante Verlinden y envió el balón fuera.

Enke se desquitó de la etiqueta de inestable con dos sensacionales intervenciones, la más destacada de todas cuando en la última jugada del partido sacó una mano para desviar un gol cantado, tras el remate de cabeza de Ristic.